Versteckte Kameras nördlich von Palma: Prozess und Lehren für die Nachbarschaft

Cámaras ocultas, juicio abierto: pareja en Palma acusada de vigilar a los vecinos

👁 5270✍️ Autor: Ana Sánchez🎨 Caricatura: Esteban Nic

En un pueblo al norte de Palma, dos habitantes de una casa están en juicio: supuestamente habrían instalado cámaras en la vivienda para filmar a los vecinos. El proceso continuará en abril.

Cámaras ocultas provocan juicio e inquietud en la vecindad

La mañana del lunes, alrededor de las 9, una pareja se sentó en la sala del tribunal en Palma — ambos con gesto tenso, frente a la magistrada. La acusación: vigilancia secreta de los vecinos. Según las autoridades, el año pasado se colocaron pequeñas cámaras en la puerta y en la terraza de la vivienda en el pequeño pueblo al norte de Palma, aparentemente sin el conocimiento de las personas afectadas.

Lo que pide la fiscalía

La fiscalía no reclama penas leves: año y medio de prisión para ambos, además de una indemnización de 2.000 euros y una multa de 4.500 euros. En la sala se percibía la seriedad del asunto — no solo desde el punto de vista jurídico, sino también por los vecinos, que sienten vulnerada su privacidad.

Estado del proceso y perspectivas

El primer día de vistas no se llegó a un acuerdo. La magistrada aplazó el procedimiento; una decisión sobre el avance del caso está prevista para abril del próximo año. Mientras tanto, siguen las investigaciones y la policía local aseguró pruebas tras la denuncia.

En la zona ahora se comenta en pequeños grupos en la calle: en la panadería de la esquina de la Carrer de Sa Mar (nombre inventado, pero así suena a menudo aquí) y en la frutería. Algunos se extrañan de lo discretos que son los módulos de las cámaras; otros se preguntan lo fácil que es hoy en día abusar de la tecnología.

Por qué esto nos afecta a todos

La privacidad es un tema sensible en España. Quien graba con drones o fisgonea en jardines ajenos ya se arriesga a denuncias. Este caso recuerda que la vigilancia no es solo cosa de novelas policiales, sino que puede ocurrir entre nosotros — y que las relaciones de vecindad pueden deteriorarse rápidamente.

Si la pareja es culpable, tendrá que decidirlo el tribunal. Hasta entonces queda una sensación incómoda en el pueblo: personas que antes se saludaban ahora pasan de largo más rápido. Quizá esa sea la consecuencia más grande de estos casos — no solo enfrentamientos legales, sino el desmoronamiento de la confianza.

Seguimos atentos: si en abril hay novedades, informaremos desde Palma y hablaremos con los vecinos afectados. Y sí — volveré a llamar, tomar café y escuchar si hace falta. Así es como trabajamos aquí.

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