Corredores de la Cursa Nocturna sa Murada junto a la muralla de Palma al anochecer, iluminados por los faroles

Carrera nocturna por Palma: correr bajo los faroles y junto a la muralla

👁 3897✍️ Autor: Lucía Ferrer🎨 Caricatura: Esteban Nic

El 26 de septiembre Palma se reúne para la agradable carrera nocturna "Cursa Nocturna sa Murada": vueltas por el casco antiguo, recorrido solidario para niños y una atmósfera especial junto a la muralla de la ciudad.

Carrera nocturna por Palma: correr bajo los faroles y junto a la muralla

El sábado 26 de septiembre de 2025, Palma se convierte otra vez por la noche en una pequeña comunidad de corredores: la Cursa Nocturna sa Murada discurre en bucle junto a la antigua muralla y hace que el casco histórico se muestre con una luz muy distinta. Quien alguna vez ha tropezado por las estrechas calles mientras los faroles pintan las fachadas, lo sabe: tiene algo propio, un poco nostálgico, un poco vivo —no una aventura alpina, pero perfecto para Mallorca.

Recorridos para todos: desde niños hasta los más ambiciosos

Los organizadores ofrecen tres variantes: una vuelta solidaria corta de alrededor de 1,6 kilómetros, ideal para niños y familias; un recorrido de 5 kilómetros para corredores recreativos; y una variante de 10 kilómetros para deportistas más ambiciosos. Las cuotas de la vuelta corta se destinan a fundaciones locales: por tanto, corres no solo por ti, sino también por el vecindario. Niños con linternas frontales, padres con zapatos nerviosos y de vez en cuando un perrito que ladra junto a la muralla: eso forma parte del ambiente.

Información práctica para participantes y espectadores

Hora de inicio: previsiblemente a partir de las 20:30 — comprueba los datos exactos el día del evento. El punto de encuentro suele estar cerca del Passeig des Born; allí aún huele a café abierto y a almendras garrapiñadas, los puestos del mercado desprenden sus últimas estelas aromáticas. Habrá avituallamiento de agua a lo largo del recorrido y asistencia médica disponible. Los rezagados pueden inscribirse aún en línea, aunque las entradas de última hora suelen llevar pequeños recargos.

El aparcamiento en el centro es escaso —mi consejo: ven en autobús, en bicicleta o a pie. Para los espectadores, el casco antiguo es ideal; junto a la muralla casi siempre se encuentra un hueco desde el que ver a los corredores pasar varias veces. Y para quien quiera hacer fotos: la luz más bonita es justo antes de la salida, cuando las farolas están encendidas y aún queda algo de crepúsculo.

Ambiente, seguridad y un pequeño consejo

Por la noche la ciudad suena distinto: los pasos resuenan sobre los empedrados, las voces se mezclan con aplausos ocasionales y la muralla se ilumina con tonos cálidos. La Cursa tiene un tono más bien familiar y local —no tan masiva como las grandes carreras urbanas, pero sí acogedora y cercana. Eso es bueno para el vecindario, para los pequeños cafés y para los puestos del mercado, que en estas noches aún atraen a clientes.

Algunos consejos prácticos: vístete por capas, porque después del ocaso suele refrescar; una brisa ligera puede cruzar junto a la muralla. Los acompañantes deberían llevar una pequeña linterna, ayuda a atar los cordones y a fotografiar. Y para quienes no solo quieran correr: el aplauso y las buenas vibras también cuentan como entrenamiento.

Por qué esto es importante para Mallorca

Estas noches benefician a la ciudad. En una época en la que muchos eventos son grandes e internacionales, la Cursa Nocturna recuerda lo local: gente del barrio se encuentra, familias se mezclan con deportistas y parte de los ingresos vuelve a proyectos sin ánimo de lucro. Eso fortalece el sentido de comunidad y da vida a la temporada baja —una pequeña contribución sostenible a la economía local.

Y otra cosa: las carreras nocturnas muestran que Palma puede dinamizar sus espacios públicos fuera de la temporada alta sin saturarlos. Sigue siendo encantadora, algo áspera y, sobre todo, mallorquina. Así que si el 26 de septiembre no tienes planes: ata las zapatillas, lleva una chaqueta y disfruta de la vuelta por el viejo Palma. Es una invitación a redescubrir la ciudad en silencio.

¡Que te diviertas corriendo —y no olvides, tras cruzar la meta, tomarte un espresso y terminar la noche con almendras garrapiñadas.

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