Neuer Radweg von Playa de Palma nach es Pillarí – 420 m, beleuchtet, grün

Del Ballermann al verde: nuevo carril iluminado conecta Playa de Palma con es Pillarí

👁 2179✍️ Autor: Ricardo Ortega Pujol🎨 Caricatura: Esteban Nic

Palma cuenta con 420 metros de nuevo carril bici entre Playa de Palma y es Pillarí: iluminado, con zonas ajardinadas y farolas solares; un pequeño pero significativo paso hacia una movilidad más suave.

Del Ballermann al verde: nuevo carril iluminado conecta Playa de Palma con es Pillarí

A última hora de la tarde, cuando el sol aún calienta la promenade y las voces de la playa se filtran por las callejuelas, se puede descubrir ahora un nuevo tramo de la red urbana: un carril para bicicletas de 420 metros conecta la Playa de Palma con la pedanía de es Pillarí al otro lado de la autopista. El alcalde Jaime Martínez visitó recientemente la obra: la segunda fase está terminada y ya se nota en el día a día.

El nuevo tramo consta de dos partes claramente diferenciadas: 215 metros se han construido fuera del casco urbano sobre un firme no pavimentado y varían en ancho entre aproximadamente 3,5 y 5 metros; otros 205 metros discurren asfaltados por terreno urbano. A lo largo de todo el recorrido, nuevas alineaciones de plantas crean una separación respecto al tráfico rodado y ofrecen algo de sombra en verano. Farolas eléctricas iluminan la parte urbana, mientras que en el tramo rural se han instalado farolas solares autosuficientes, un pequeño gesto hacia un menor consumo energético nocturno.

La inversión fue de casi 300.000 euros: un trazado que a primera vista puede parecer corto, pero que en la práctica facilita muchas cosas: los clientes de hoteles como Les Meravelles, Obelisco o Riu Concordia pueden pasar directamente del bullicio del paseo a campos más tranquilos, y los residentes acceden a es Pillarí sin rodeos por la entrada muy concurrida. Quienes valoran la calma antes de la llegada de turistas agradecerán la nueva conexión; por la noche, la iluminación aporta sensación de seguridad en el regreso a casa.

Ya en 2024 se había completado un primer tramo entre el pueblo y la esplanada en la altura del número 25. Con la finalización de la segunda fase la brecha queda cerrada: todo encaja como una pieza más de un entramado ciclista mayor. Ahora por los caminos se ven familias con sillas infantiles, vecinos mayores que pasean al perro y, ocasionalmente, grupos de turistas que prefieren recorrer la isla en bici antes que en autobús.

En el lugar destaca que las alineaciones vegetales no solo protegen estéticamente, sino que también amortiguan el ruido del tráfico; las farolas solares ofrecen en el camino de campo una luz cálida, algo parpadeante, que recuerda a las noches mediterráneas. Los puntos de alquiler de bicis en la Playa de Palma podrían sacar provecho, las cafeterías locales en el borde ganarán nuevos clientes y los paseantes encontrarán una alternativa al paseo marítimo. Es un pequeño alivio para una zona que en verano suele estar muy concurrida.

Y como un buen inicio suele invitar a más: el recorrido abre la puerta a complementos sencillos y prácticos. Unos pocos aparcabicis cubiertos en el enlace con la esplanada, señalización clara hacia el centro de Palma o un mapa con rutas recomendadas podrían redondear la oferta. También serían aconsejables rondas de control periódicas para las luces solares y el mantenimiento de las plantaciones, para que el nuevo camino siga siendo atractivo en los próximos años.

Para Mallorca, un tramo así significa más que asfalto o grava: es una señal de que conexiones cortas y bien pensadas pueden hacer la vida cotidiana más tranquila y enriquecer la experiencia en la isla. Quien pasee próximamente por la Playa de Palma quizá no solo oiga las olas, sino que descubra el camino que lleva directamente al interior silencioso: un impulso simple para usar la bicicleta con más frecuencia y redescubrir la isla fuera de las rutas trilladas.

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