Castillo Son Vida: Weihnachten und Silvester über Palma

Luces sobre Palma: Castillo Son Vida inicia la temporada navideña con conciertos, cine y menús festivos

👁 2389✍️ Autor: Ana Sánchez🎨 Caricatura: Esteban Nic

Desde la noche de góspel en el vestíbulo hasta la gala de Nochevieja en la terraza panorámica: el Castillo Son Vida invita a residentes y visitantes a talleres, proyecciones y menús festivos; un elegante respiro isleño sobre los tejados de Palma.

Luces sobre Palma: Castillo Son Vida inicia la temporada navideña

Góspel, talleres de decoración, cine al aire libre y cenas festivas para huéspedes y visitantes

Cuando en diciembre las farolas del Passeig Mallorca comienzan a brillar antes y el aire trae un matiz de mar y leña de chimenea, el hotel Castillo Son Vida prepara su programación festiva. En la colina, donde las villas están más tranquilas y las luces de la ciudad parecen un candelabro, el establecimiento de la familia empresaria Schörghuber ya dio sus primeras notas a finales de noviembre.

El pistoletazo de salida fue el 28 de noviembre con un emotivo concierto de las Palma Gospels Singers en el vestíbulo decorado para la ocasión. Vecinos del barrio y huéspedes pudieron resguardarse del frío con una copa de bienvenida y dejarse envolver por voces cálidas: una pequeña pausa isleña entre los preparativos navideños y las compras.

Quienes prefieren poner manos a la obra encuentran inspiración en el salón Anckermann del hotel. Diez pinturas de gran formato de Ricardo Anckermann Riera confieren al espacio una elegancia clásica; Cardo Studio, de Mallorca, impartirá allí durante tres tardes (4, 11 y 18 de diciembre, cada una de 18:30–20:30) talleres sobre coronas de Adviento y floristería de mesa. El precio por curso, que incluye afternoon tea, es de 65 euros.

Los aficionados al cine pueden disfrutar el 7 de diciembre de una velada con mantas en la terraza panorámica: a las 18:30 se proyectará la película "The Holiday" en versión original, con vistas al mar de luces de Palma. No faltará el popcorn ni las bebidas calientes; los huéspedes del hotel pueden asistir sin coste adicional, los visitantes externos abonan 30 euros.

Las propias fiestas adquieren un carácter gastronómico: en Nochebuena el director del hotel, Thomas Bechtold, invita a las 19:00 a un cóctel de bienvenida; a continuación se servirá un menú de varios platos con un trío de crustáceos, tartar de gamba mallorquina con helado de almendra, filete de lubina y filete de ternera con una duxelles de setas y trufas; de postre, castañas con chocolate blanco. Menú, maridaje de vinos y cóctel de recepción tienen un precio de 260 euros por persona.

El día de Navidad el hotel ofrece un brunch abundante (12:30–15:00): bagels, ensaïmadas, eggs benedict, gofres, jamón ibérico, mariscos, beef Wellington y más en el buffet. Precio por persona: 98 euros, ideal para familias que prefieren no cocinar ese día.

Entre semanas, el Salón Real acoge un clásico afternoon tea: scones recién hechos, sandwiches salados (entre ellos brioche con atún, mayonesa de kimchi y aguacate) y pequeñas delicias dulces. 45 euros por persona, 80 euros para dos, una pausa tranquila en medio de las fiestas.

En Nochevieja el Castillo reserva una velada festiva: desde las 19:45 se sirven ostras, bogavante y jamón ibérico, antes de que en el restaurante Es Castell se ofrezca un menú de cuatro platos (entre ellos raviolis con gamba roja de Sóller, rodaballo y filete de ternera gallega con trufas). A las 22:45 se abre el Salón Real con DJ y barra libre; poco antes de la medianoche los invitados brindan con champán en la terraza y contemplan los fuegos artificiales sobre la bahía. La gala, que incluye cóctel, cena y barra libre, cuesta 415 euros por persona y los visitantes externos son bienvenidos.

Información práctica: las reservas se gestionan por teléfono en el +34 971 493 493. Para otras consultas, el conserje facilita una dirección de contacto.

¿Por qué es bueno para Mallorca? Este tipo de eventos mantienen la isla viva en temporada baja: generan trabajo para proveedores locales, ofrecen espacios de actuación a creadores culturales y crean puntos de encuentro para los residentes. Al volver a casa por Son Vida a veces aún se escuchan acordes lejanos y el tintinear de copas: pequeñas escenas cálidas que muestran que Palma tiene su propio ambiente festivo también en invierno.

Quien pasea estos días ve al personal del hotel con abrigos gruesos, furgonetas con flores frescas y las primeras guirnaldas en la calle Olmos. El Castillo puede no organizar un desfile navideño público, pero su programación actúa como una puntada acogedora en el paisaje festivo de la isla: elegante, arraigada localmente y abierta a quienes quieran disfrutar de una noche sobre los tejados de Palma.

Un último apunte: las entradas y las plazas son limitadas: mejor llamar, reservar y no olvidar la bufanda. Por las noches en Son Vida puede refrescar, pero con una copa en la terraza a menudo se nota un poco de verano.

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