Vecinos de El Arenal reuniéndose y recogiendo firmas contra la basura y el deterioro urbano

El Arenal se defiende: 500 firmas contra la basura, los baches y el deterioro

👁 2847✍️ Autor: Adriàn Montalbán🎨 Caricatura: Esteban Nic

Vecinos de El Arenal han recogido en tres semanas alrededor de 500 firmas. Exigen calles limpias, aceras reparadas y mayor presencia —y presionan al ayuntamiento de Llucmajor.

Enojados, cansados y listos para actuar: así describen los habitantes de El Arenal su situación

Cuando la semana pasada caminaba temprano por la Avinguda de Playa de Palma, un olor penetrante a basura estancada flotaba sobre el paseo. Los camiones de recogida aparentemente aún no habían comenzado su ruta. Contenedores desbordados, montones de papel en las aceras y, en una esquina, una tapa de alcantarilla que falta desde hace meses: la imagen se repite en calles como el Carrer dels Pins y en las vías adyacentes.

La acción tiene rostro: 500 firmas

En el plazo de tres semanas los vecinos recogieron alrededor de 500 firmas. Las listas se entregarán al ayuntamiento de Llucmajor. Las demandas son sencillas y concretas: vaciado regular de contenedores, más papeleras en accesos turísticos, reparaciones rápidas de aceras, farolas funcionando y una presencia visible de los servicios de orden público.

Una vecina del Carrer dels Pins lo resume así: «Pagamos impuestos. No queremos que nuestra calle parezca un patio trasero.» Frases así se oyen aquí hoy más a menudo que el tintineo de gafas de sol en verano.

Más que basura: infraestructura, seguridad y economía

Las quejas van más allá de los contenedores. Baches en calles secundarias, fachadas desmenuzándose y farolas averiadas crean lugares donde, sobre todo al anochecer, se instala la sensación de inseguridad. Los comerciantes del paseo informan de una disminución de visitantes: la gente se queda en casa si la primera impresión no es buena. «Un café que huele a aguas residuales por la mañana no se recomienda», dice un propietario con una media sonrisa que muestra poco humor.

Menos visible es cómo estos problemas dañan a largo plazo las condiciones de vivienda y trabajo: paredes húmedas, desagües obstruidos y limpiezas constantes aumentan los costes para propietarios y negocios. Al mismo tiempo, los vecinos soportan ruidos y malos olores —factores que afectan la salud y el descanso nocturno.

Por qué el problema es tan persistente

El Arenal tiene una historia compleja: desde tiempos hippies, pasando por un boom turístico masivo hasta la densa urbanización, mucho ha cambiado. Pero la responsabilidad, dicen los vecinos, quedó difusa. Las competencias entre el ayuntamiento, empresas privadas de servicios y arrendadores suelen estar poco claras. Los picos estacionales, el alto porcentaje de alquileres de corta duración y la mezcla constante de turistas agravan la situación.

Otro aspecto, menos mencionado: los programas de limpieza y reparación suelen centrarse en el paseo principal. Las calles secundarias, donde viven los locales, sufren las consecuencias. Se anuncian controles contra el abandono de basura, pero no se aplican de forma general. Eso frustra a los vecinos —y les empuja ahora a lo analógico: las listas de firmas.

Oportunidades y soluciones concretas

La lista de demandas ya incluye medidas prácticas. Sería importante un plan de actuaciones escalonado por parte del ayuntamiento con plazos claros. Algunas propuestas que podrían tener efecto rápido:

1. Medidas inmediatas: papeleras móviles y bien visibles en accesos turísticos; vaciados temporales y reforzados en las primeras horas de la mañana; reparación de los baches más peligrosos en un plazo de 48 horas.

2. A medio plazo: un programa de «patrullas de calles» para iluminación y pequeñas reparaciones; comunicación clara de las competencias entre ayuntamiento y empresas privadas; controles más estrictos contra el abandono de basura con multas.

3. A largo plazo: un «Pacto por El Arenal» con representación vecinal, hostelería y arrendadores, que establezca obligaciones y ciclos de limpieza. Igualmente importante: campañas de sensibilización para los visitantes —menos carteles, más presencia visible.

Las acciones de voluntariado pueden complementar, pero no deben sustituir la responsabilidad de lo público. Y sí: unas luces adicionales en las esquinas oscuras mejorarían la sensación de seguridad por las noches.

Lo que viene ahora

La lista con 500 firmas es más que simbólica. Es una señal visible de impaciencia e indignación. Los vecinos han fijado una fecha para la entrega. Ahora lo que cuenta no son nuevas promesas, sino calendarios y las primeras medidas visibles.

Quien recorre El Arenal escucha el chillido de las gaviotas, el zumbido de los ciclomotores y a veces el ruido de las máquinas de limpieza —pero no siempre en el momento adecuado. Un poco de atención por parte del ayuntamiento, los propietarios y los visitantes podría cambiar mucho. Las personas que viven y trabajan aquí, y no solo las que pasan las vacaciones, quieren respeto por su día a día.

Seguiré informando en cuanto las firmas se entreguen oficialmente o el ayuntamiento anuncie los primeros pasos.

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