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Gató de Almendra: el pequeño bizcocho mallorquín de almendra para hornear

Gató de Almendra: el pequeño bizcocho mallorquín de almendra para hornear

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Un pastel sencillo y esponjoso de almendra de Mallorca, sin harina, con mucho aroma. Una receta que en la cafetería de la esquina funciona igual de bien que en casa.

Un trozo de Mallorca en el plato

A veces basta con un pequeño pastel para pensar de inmediato en la isla: ralladura de limón en el aire, el aroma de almendras tostadas y el ambiente relajado en la cafetería de la Plaza. El Gató de Almendra es ese candidato. Sin adornos, sino un pastel de almendra honesto que, con pocos ingredientes, da mucha alegría.

Por qué este pastel es tan popular

Lo especial: no lleva harina. En su lugar, almendras molidas. Eso hace que el pastel quede jugoso y, sí, prácticamente libre de gluten. Perfecto para visitantes sensibles y para quienes simplemente disfrutan del sabor a nuez. Un chorrito de Amaretto o un toque de limón le da un toque personal.

Ingredientes (para un molde de 24 cm)

250 g de almendras molidas (sin tostar, con piel)
250 g de azúcar
6 huevos, separados
1 cdta de canela
Ralladura de 1 limón orgánico o 1 naranja orgánica
Pizca de sal
Mantequilla para engrasar el molde
Opcional: 1 chorrito de Amaretto o licor de almendra

Así lo horneas

Precalienta el horno a 170 °C arriba y abajo (o 160 °C con aire). Engrasa el molde y espolvorea un poco de almendras molidas sobre el fondo —funciona mejor que la harina.

Separar las yemas de las claras y batir las yemas con el azúcar hasta obtener una masa clara. Añadir las almendras, la canela, la ralladura de limón y, si se desea, el licor. Batir las claras con una pizca de sal a punto de nieve, hasta que la punta brille.

Incorpora las claras en dos o tres porciones, con cuidado, a la mezcla de almendra. ¡No remover! De lo contrario el pastel perderá su ligereza. Verter en el molde y hornear unos 35–45 minutos. Haz la prueba del palillo: si no queda masa adherida, está listo.

Presentación y consejos

Dejar enfriar un poco, desmoldar y espolvorear con azúcar glas. Tibio sabe mejor: ideal con una bola de helado de almendra o un espresso fuerte de Palma. Si quieres, acompaña con un Moscatel dulce.

Mis trucos: sacar los huevos media hora antes (ayuda a dar más volumen) y colocar la bandeja en la rejilla central. Si te apetece, tuesta ligeramente 30 g de almendras y espolvoréalas por encima, groseramente picadas.

Conservación

Bien cubierto, el pastel se mantiene jugoso durante 2–3 días. En la nevera es más firme; a temperatura ambiente es suave y aromático. Ideal para invitados: hornea por la mañana, disfruta por la tarde.

Pruébalo. Y si en tu próxima caminata por Santa Catalina hueles el aroma de limón y almendras, tal vez alguien esté horneando exactamente el mismo pastelito.