En Mallorca cambia la imagen del hombre: cada vez más se contemplan correcciones de párpados, liposucciones y Botox en la lista de deseos. Una mirada detrás de las puertas de las clínicas en Palma.
Hombres, espejos y la nueva confianza en sí mismos
El viernes pasado, a las ocho y media, de camino a la panadería de la Plaça Cort, me encontré frente a una pequeña clínica con un cartel que sería lo suficientemente moderno para el Passeig del Borne. Dentro había hombres en la sala de espera, a los que antes habría esperado más en un gimnasio: entrenamiento regular, buen perfume, pero con esa mirada insatisfecha que el deporte por sí solo no puede borrar.
Desde principios de 2024, varios médicos y médicas en Palma han abierto sus propios consultorios. No ofrecen milagros, sino una paleta de intervenciones: correcciones de párpados superiores, lifting de abdomen, liposucciones, lifting facial, Botox y tratamientos capilares con plaquetas autólogas. Muchos hombres no acuden porque sean más vanidosos de repente, sino porque ven cosas concretas que les molestan — párpados caídos al mirarse en el espejo, un cuello que se ha aflojado o las persistentes bolsas de grasa a pesar del buen entrenamiento.
Rutina en lugar de aventura
Interesante es la forma en que los hombres abordan esto. No de forma secreta y nerviosa, sino planificada. Las citas se cumplen a tiempo, el cuidado posterior se toma en serio. Un paciente, de unos cincuenta y tantos, que acude regularmente al despacho de una médica en el casco antiguo, lo describió como casi un plan de entrenamiento. No quiere llamar la atención, dice, pero quiere verse bien para las reuniones con clientes — fresco, no con aspecto de máscara.
Con frecuencia, las conversaciones en la consulta comienzan con la pregunta: ¿Qué le recomendaría? Y no con una foto de una celebridad. Los hombres confían en la valoración de la doctora y se dejan asesorar. Esto llevó a una observación curiosa: mientras muchas mujeres prefieren probar y esperar más entre citas, las pacientes masculinas suelen ser más planificadas y disciplinadas en el cuidado posterior.
Estética, salud y límites
La comunidad médica marca límites claros: medicamentos o inyecciones para una pérdida de peso rápida no se administran a la ligera. Si alguien está médicamente sano y solo persigue una imagen ideal, se rechaza. El límite está donde las intervenciones son arriesgadas o poco realistas.
Para muchos hombres en Mallorca, ir a la clínica significa más que vanidad: un deseo de presencia en el trabajo, seguridad al salir, la sensación de parecer diez años más joven. También influyen señales sociales — Instagram, trabajos en profesiones de contacto visual y el hecho de que el cuidado corporal ya no es asunto exclusivo de las mujeres.
Al final es una decisión personal. Quien elige con astucia, tiene expectativas realistas y sigue el consejo médico, puede, además de lucir más joven, ganar un pequeño trozo de confianza. La isla no cambia solo en lo arquitectónico; el espejo ya cuenta otras historias.
Nota: Este texto se basa en conversaciones con pacientes, médicos y observaciones en Palma. Nombres y lugares exactos han sido parcialmente anonimizados.
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