Gil Panadés Kolbe: Neunjähriger Malt seine erste Ausstellung in Palma

Niño de nueve años de Palma presenta su primera colección de cuadros en la Garaje Son Armadams

👁 2374✍️ Autor: Lucía Ferrer🎨 Caricatura: Esteban Nic

Gil Panadés Kolbe, nueve años, inaugura este fin de semana su primera exposición en Palma. Colores, collages y cromos de fútbol inventados —todo no está a la venta, pero lleno de fuerza. Una pequeña muestra con un gran mensaje.

Niño de nueve años de Palma presenta su primera colección de cuadros en la Garaje Son Armadams

Colores, cromos de fútbol y una madre que dice «Carpe diem»

En la Garaje Son Armadams, en la Carrer Pilar Juncosa 11, huele este viernes un poco a trementina y a café caliente. Afuera, en el Passeig, se escucha el lejano traqueteo de los autobuses; dentro, un pincel hace clic contra un caballete: Gil Panadés Kolbe, de nueve años, está colgando su primera presentación. La muestra se podrá ver este fin de semana, viernes y sábado, cada día de 17 a 21 h.

Gil pinta desde que tiene tres años. No copia modelos ni libros de texto: traslada imágenes de su cabeza al papel. Piratas, reyes, estrellas del pop, esqueletos con guitarras, personajes de la película «Coco» y todo un equipo de fútbol de fantasía, los "Mallorca Stars", llenan las paredes. Las técnicas varían: acuarela, acrílico y pasteles; últimamente incorpora collages y telas y lo llama, junto con su madre, «Mixed Media». Las series están organizadas por temas, de modo que se puede seguir su evolución, de un estilo llamativo a otro más detallista.

Quien esté presente siente los cuadros. Son miradas sobre lienzo, ojos que te observan directamente: no es la típica mirada infantil, dice su madre, sino algo que permanece. Gil tiene buena memoria para rostros y detalles; un póster de Freddie Mercury en una esquina le inspiró a pintar monarcas reales e imaginarios; luego vinieron David Bowie y Michael Jackson.

La exposición es más que una muestra infantil: es un acontecimiento personal en tiempos en que las decisiones se toman, entre otras cosas, por motivos muy humanos. Sabrina Kolbe, la madre de Gil, es de Múnich, trabaja como periodista y empresaria y en los últimos años ha ido reuniendo los dibujos de su hijo. La situación actual en su familia la llevó a mostrar ahora la colección: no por motivos comerciales —las obras no están a la venta— sino para mostrar al niño y a otros lo que es posible cuando los niños tienen espacio para crear.

La idea surgió de forma práctica y local: una conversación con la responsable de la Garaje, un enlace a la cuenta de Instagram hasta ahora privada de Gil (@som_en_gil) —y tres semanas de preparación. En un principio debía ser una exposición colectiva, pero al final quedó como una presentación en solitario. Sobre las mesas hay cuadernos de bocetos, cromos hechos a mano y un juego de mesa artesanal en el que los amigos de Gil son los jugadores. Un pequeño universo doméstico.

Momento cotidiano: un niño con mochila fluorescente se detiene en la acera, se sube la capucha por el viento y mira tímidamente por la ventana del local. Dos vecinas de El Terreno traen galletas, el portero niega con la cabeza en señal de aprobación. Así es el arte en Mallorca: cercano, algo áspero, con voces de la calle.

¿Por qué es bueno para Mallorca? Porque recuerda la exploración, el hacer por uno mismo en lugar del consumo. En una época en la que las pantallas ofrecen constantemente nuevas impresiones, la exposición de Gil muestra que los niños pueden inventar mundos propios y contagiar a los demás. La muestra es, por tanto, una pequeña contribución al trabajo cultural local: un local vecinal se convierte en galería, el arte se presenta de forma provisional y, aun así, con seriedad.

Una mirada hacia el futuro: para Gil la pintura debe seguir siendo parte de la vida cotidiana, sin presiones ni una carrera obligatoria. La madre espera que más padres y niños se interesen, que surjan más espacios como la Garaje y que proyectos personales vuelvan a tener un lugar en el centro de la ciudad. El arte como contrapunto a la pantalla, como invitación a crear: ese es el mensaje.

Al final el niño, con pintura en las manos, queda casi entre las obras; no mira mucho, prefiere seguir pintando. Quien quiera acercarse: la Garaje Son Armadams abre el 12 y 13 de diciembre de 17 a 21 h. Las obras siguen siendo propiedad de la familia; la entrada es libre; con algo de suerte se encontrará al artista dibujando.

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