Patrullero 'Duque de Ahumada' de la Guardia Civil atracado en Portopí, Palma

«Duque de Ahumada» en Portopí: patrullero de alta tecnología genera debate

👁 7421✍️ Autor: Adriàn Montalbán🎨 Caricatura: Esteban Nic

El patrullero de 82 metros de la Guardia Civil está atracado en Portopí para visitas — entre curiosidad, cuestiones de seguridad y debates climáticos.

«Duque de Ahumada» en Portopí: ¿rescate en alta mar, control — o solo un gran aparato?

La mañana del domingo en el Paseo Marítimo llama la atención de inmediato: un barco nuevo, visiblemente más grande, ha atracado en la base naval de Portopí. Sin despliegue de banderas ni protocolo oficial — solo un casco de 82 metros que destaca entre veleros y barcos de paseo. Si uno escucha con atención, oye gaviotas, el crujir de algas, el leve rumor del diésel y las voces de los trabajadores del puerto. El buque se llama «Duque de Ahumada» y es la última unidad de alta mar de la Guardia Civil.

Visitas abiertas al público

El domingo 26 de octubre, el barco estará abierto al público de 10:00 a 13:00 horas. El acceso se realiza desde la zona del puerto; conviene prever controles de bolsos y breves instrucciones de seguridad. Un colega local tiene razón: quien quiera entrar puntualmente debería llegar antes de las diez — hacia las 10:15 suele formarse una cola visible. En cubierta normalmente se permiten fotos, aunque ciertas áreas permanecen cerradas por motivos de seguridad. Y sí: después del recorrido, el café del quiosco del Paseo sabe algo mejor.

¿Qué tecnología y qué propósito hay detrás?

Los datos técnicos impresionan: espacio para 44 tripulantes, doce pasajeros adicionales y capacidad para acoger hasta 100 rescatados. A bordo hay espacio para equipos especializados, así como tecnología de medición y vigilancia. Oficialmente, el barco está pensado para misiones costeras y de alta mar — su objetivo es combatir la migración irregular, el narcotráfico y los delitos medioambientales.

Esto tiene sentido. Los grandes equipos aportan alcance, capacidad de alojamiento y mejores sensores. Al mismo tiempo son menos maniobrables que las unidades más pequeñas y más caros de operar. La pregunta es, por tanto: ¿complementan estos buques la flota existente de forma útil — o son más bien política simbólica con un casco reluciente?

Reacciones en el lugar: esperanza y escepticismo

En el muelle las voces se solapan. Algunos vecinos y pescadores celebran la mayor presencia. “Mejor un barco nuevo que diez llamadas”, dice un pescador de Portopí entre risas. Otros muestran escepticismo: ¿por qué tanta tecnología, si las causas de la migración y del narcotráfico se encuentran dentro de Europa o fuera de las aguas territoriales españolas? Además, se cuestiona si un gran buque parcialmente impulsado por combustibles fósiles es la respuesta adecuada a los crecientes problemas medioambientales frente a la costa.

Menos debatida suele estar la perspectiva de las personas afectadas: las personas rescatadas, su situación legal y la cuestión de plazas dignas de acogida en tierra. También los ecosistemas locales se ven afectados — tanto por el aumento del tráfico marítimo como por posibles operaciones de vigilancia e inspección. Estos aspectos aparecen en el muelle, pero rara vez ocupan el centro de los debates mediáticos.

Mirada analítica: oportunidades, límites y propuestas

Las oportunidades concretas son evidentes: una mayor presencia puede interferir con rutas de contrabando, permitir ayuda rápida en siniestros y documentar antes las infracciones medioambientales. Sin embargo, para ello hacen falta tres cosas: una estrategia de intervención transparente, cooperación con puertos y comunidades costeras y unidades complementarias más pequeñas, ágiles y rápidas.

Menos evidente, pero importante: el equipamiento técnico por sí solo no resuelve problemas políticos. Algunas propuestas concretas:

1. Prioridades claras y transparencia: la población y los municipios deberían estar mejor informados sobre cuándo y por qué se realizan operaciones.

2. Combinación de unidades grandes y pequeñas: lanchas rápidas para zona próxima, drones para vigilancia y buques mayores para logística y aprovisionamiento forman una red eficaz.

3. Cooperación con actores locales: integrar a pescadores, autoridades portuarias y ONG — su conocimiento del terreno es muy valioso y genera confianza.

4. Monitorización ambiental: aprovechar la sensorística a bordo para la vigilancia del mar y hacer públicos los datos — así se beneficia la investigación en Mallorca.

Consejos prácticos y un toque local

Quienes acudan a la visita: el aparcamiento el fin de semana en los alrededores de la Avinguda Gabriel Roca es limitado. Ir en bici o paseando suele ser más relajado. En el muelle huele a mar y a diésel, las gaviotas se disputan las migas de pan y entre casco y pantalán se percibe esa mezcla de técnica y vida cotidiana.

Si el nuevo patrullero será considerado útil a largo plazo depende no solo de su tecnología, sino de cómo se use — y de cuánta apertura haya al hablar de ello. Un gran barco puede tranquilizar. Bien empleada, también puede ayudar a abordar los problemas de manera más eficiente y humana.

Nota: horarios y accesos pueden cambiar localmente. Quien quiera planificar con exactitud debería informarse con antelación.

Noticias similares