Paseo de Port d'Andratx al amanecer con cielo despejado, gente tomando espresso y barcos en la bahía

Una mañana clara en Port d'Andratx: luz, espresso y el murmullo del mar

👁 4321✍️ Autor: Ana Sánchez🎨 Caricatura: Esteban Nic

El 26 de septiembre muestra Port d’Andratx su lado tranquilo: azul claro, temperaturas suaves alrededor de 22 °C, una ligera brisa del este y condiciones perfectas para un paseo por el Paseo.

Una mañana en la que la isla se detiene un instante

El Paseo en Port d’Andratx tiene, en algunos días, algo meditativo: el tintinear de las amarras, el reclamo lejano de las gaviotas y el suave murmullo de los cafés. El 26 de septiembre de 2025 fue exactamente uno de esos días: cielo despejado, esa luz otoñal especial que halaga por igual a velas y cascos. Quien camina temprano por el espigón casi tiene la sensación de que la promenade pertenece solo a los locales: un espresso en la mano, parejas mayores en los bancos, algunos pescadores intercambiando las últimas historias.

Temperaturas para sentirse bien

El aire invita a pasar de nuevo las jornadas afuera. El frescor de la mañana se mantiene moderado: alrededor de 19,5 °C al levantarse. A lo largo del día el termómetro sube hasta unos 22,2 °C, con un pequeño pico por la tarde cerca de 22,9 °C. Quien pensaba que septiembre ya exige bufanda y olla caliente, hoy debe replantearse: chaqueta por la mañana, camiseta por la tarde.

Cómo se siente realmente el tiempo

La sensación térmica se mantiene cercana a las mediciones: por la mañana unos 19,5 °C, durante el día cerca de 22,0 °C y por la tarde en torno a 22,8 °C. Incluso la noche permanece templada con aproximadamente 22,6 °C —ideal para dejar la ventana entreabierta y disfrutar del aroma a mar que recorre las calles.

Presión, humedad y la brisa

Condiciones estables que se notan: la presión atmosférica ronda los 1019 hPa y crea una atmósfera tranquila. La humedad relativa está en torno al 56 % —ni sofocante ni fría. Una ligera brisa del este, con una media de 3,5 m/s, trae el característico ruido del mar, sin que las velas se hinchen demasiado. Perfecto para sentarse junto al agua y dejar que la vista recorra la bahía.

Para quienes salen por la mañana: entre aproximadamente las 9:00 y las 10:30 la promenade resulta especialmente atractiva. La temperatura es amable, los cafés no están todavía llenos y los motivos fotográficos brillan con una cálida contraluz. Más tarde conviene una caminata costera: la visibilidad es clara y los colores del mar se ven intensos y saturados. Un paseo hasta el faro (Cap d’Andritxol) o una vuelta por la mole ofrecen buenas perspectivas de embarcaciones que brillan al sol.

Un consejo práctico: aunque suene a otoño, el sol en Mallorca en septiembre suele ser intenso. No olvide protector solar, sobre todo en los tramos costeros abiertos, donde el reflejo del agua potencia el brillo del sol. Y si planea una excursión en barco espontánea, eche antes un vistazo a las cámaras locales o pregunte a los pescadores del Paseo; sus rumores suelen ser fiables y gratuitos.

¿Qué queda al final? No hay tiempo tempestuoso ni un espectáculo dramático en el cielo: simplemente un día que muestra la isla bajo una luz muy amable. Estos días benefician a la pequeña economía local: cafés, panaderías y las tiendas junto a la mole notan cuando la gente está afuera. Recuerdan que Mallorca no siempre tiene que ser una postal; muchas veces es un día cotidiano y muy bonito.

Consejo de redacción: Si quiere hacer fotos espontáneas, busque las zonas con iluminación baja y plana a primera hora de la mañana. Los colores están entonces especialmente saturados y la promenade parece por un instante toda de la isla. Un espresso en la mano y el leve traqueteo de los barcos: listo, un pequeño momento de felicidad.

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