Thomas Grasberger, panadero experimentado con una carrera de cuatro décadas, ha perfeccionado su oficio en algunas de las panaderías más prestigiosas de Viena (Austria), impregnadas de siglos de tradición. En aquellos primeros tiempos, el concepto de pan de masa madre como categoría aparte no existía, ya que todo el pan era esencialmente de masa madre.
Thomas profundizó en el arte de la fermentación, comprendiendo su intrincado papel en la elaboración del pan. Descubrió cómo influye no sólo en el proceso de producción, sino también en la textura, el sabor y el color del producto final. Incluso afecta al disfrute y la digestión del consumidor. Su búsqueda del "pan de verdad" le llevó a la creación de Thomas' Bakeshop, que rápidamente se hizo con fieles seguidores y acabó expandiéndose hasta convertirse en la Thomas' Bakeshop Boutique de Santa Catalina.
Este establecimiento es un testimonio del amor por el pan, esforzándose por crear los mejores panes con los ingredientes más sencillos. El secreto de su pan de masa madre, croissants, pasteles laminados y otras especialidades austriacas reside en una larga fermentación en frío.