Cala Mitjana: Un tesoro escondido de Mallorca

Cala Mitjana es una pequeña bahía abierta rodeada de acantilados bajos y árboles. La playa, de suave arena blanca, sólo tiene unos 20 metros de largo, pero las rocas bajas que la rodean también ofrecen un lugar para tumbarse. Esta solitaria playa se encuentra al final de una carretera privada y, aunque es un lugar tranquilo la mayor parte del año, atrae a algunas multitudes en julio y agosto, sobre todo lugareños y turistas españoles y alemanes. El agua es cristalina y tranquila, ideal para los niños. Sin embargo, el paseo de 20 minutos para llegar a la playa puede resultar complicado para los niños más pequeños y sus padres. No hay instalaciones, ni sombrillas o tumbonas de alquiler, ni actividades deportivas acuáticas. El tamaño de la playa y su remota ubicación la convierten en un lugar para vivir una experiencia playera única.

Si estás planeando unas vacaciones en la playa y te imaginas en un hotel de lujo en primera línea de playa en Mallorca con fácil acceso al mar Mediterráneo y disfrutando de impresionantes vistas desde tu balcón, entonces la MallorcaMagic Collection es tu recurso. Ofrece los mejores alojamientos frente al mar de la isla balear.

Para llegar a Cala Mitjana, aparque el coche en Cala Sa Nau y siga las indicaciones a lo largo de un paseo de 20 minutos por un camino de tierra, que termina en una serie de escalones de piedra que conducen a esta diminuta playa enclavada junto a una casa privada. También puede fondear aquí su barco para pasar el día; el puerto más cercano está en Portocolom.

En Cala Mitjana, nadar, bucear y explorar los paisajes circundantes son las principales atracciones. Es una playa aislada, tranquila y única. Así que prepare un picnic, un buen libro y prepárese para relajarse.

Como no hay chiringuito en Cala Mitjana, se recomienda llevar un picnic y muchos aperitivos. Otra opción es volver a Cala Sa Nau, donde hay un restaurante frente a la playa.

El pueblo rural de Santanyí, con sus edificios de piedra, su iglesia, su plaza abierta y sus mercados, es muy popular y tiene muchos buenos restaurantes. El pueblo tradicional de Felanitx, que se está convirtiendo rápidamente en una importante región vinícola, está un poco más alejado y sigue siendo más local que turístico. La localidad turística de Cala d'Or, con sus grandes hoteles en la playa, está cerca. Aquí, la cultura gira en torno a la playa y los deportes acuáticos. Portocolom, un poco más alejado, conserva parte de su encanto de antiguo pueblo de pescadores y alberga muchos restaurantes de calidad, lo que lo convierte en un lugar ideal para comer o cenar tranquilamente.