Enclavada entre imponentes acantilados rocosos en la costa noroeste de Mallorca, Sa Calobra es un pintoresco paraíso que cuenta con dos playas distintas. El viaje a este paraíso aislado puede ser un poco difícil, pero los impresionantes paisajes que lo rodean lo convierten en un destino de visita obligada, especialmente durante los meses de verano bañados por el sol.
Para los amantes del ciclismo, la ruta de ida y vuelta a Sa Calobra es un sueño. La exigente subida de 9,5 km es una prueba de resistencia que muchos ciclistas aspiran a conquistar. No es sólo una ruta ciclista; es un viaje que se graba en la memoria de quienes lo emprenden.