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70 caballitos de mar vuelven a la libertad: un programa de cría libera crías frente a la costa de Mallorca

70 caballitos de mar vuelven a la libertad: un programa de cría libera crías frente a la costa de Mallorca

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Miembros de un programa de cría liberaron 70 caballitos de mar frente a dos costas de Mallorca: un pequeño paso para la protección de las poblaciones, pero importante para el ecosistema.

70 caballitos de mar de nuevo en el mar frente a Mallorca

En una fresca mañana de octubre, frente a dos tramos de costa de la isla, se liberaron caballitos de mar jóvenes en libertad. Miembros de la fundación que gestiona el programa de cría liberaron un total de 70 animales: el 1 de octubre fueron 66 caballitos de mar de hocico corto (Hippocampus hippocampus) en Cala Figuera, en Calvià; dos días después siguieron cuatro caballitos de mar (Hippocampus guttulatus) en Cap Ses Salines, cerca de Colònia de Sant Jordi — entre ellos una hembra preñada.

Por qué es importante

El programa está en marcha desde 2022 y, hasta la fecha, ha liberado algo más de 1.500 animales. El objetivo no es solo devolver ejemplares aislados: los caballitos de mar se consideran indicadores locales de la salud de las praderas de algas y de los hábitats costeros. Cuando sus números caen, a menudo hay un fallo en el ecosistema, y eso se nota después también en las existencias de peces y en la calidad del agua.

Los juveniles fueron criados en acuarios y, a veces, permanecieron allí hasta casi dieciocho meses, hasta alcanzar un tamaño suficiente de alrededor de doce centímetros. Solo entonces se considera realista la posibilidad de sobrevivir en la costa salvaje. Ambos lugares de liberación se encuentran en áreas protegidas de la UE, lo que aumenta la probabilidad de que los animales encuentren un hábitat adecuado.

Quién está detrás — y cómo se financia?

El proyecto coopera con patrocinadores locales y recibe apoyo financiero de un fondo que transfiere parte de sus gastos administrativos a proyectos de conservación. En el barco se oía el tintineo ocasional del equipo y el graznido de las gaviotas; pequeño, pero simbólico, como muchos aquí dicen.

Para los residentes y turistas no es un gran espectáculo: no hay desfiles, solo la cuidadosa inserción de los pequeños animales en su nuevo entorno. Aun así: estos avances se suman. Quien camine con frecuencia por la playa de Calvià o Ses Salines, en los próximos años tal vez pueda ver más caballitos de mar en el agua. Y eso sería una buena señal para la costa.

Nota: liberaciones como estas forman parte de medidas para la conservación de la biodiversidad y siguen directrices científicas para aumentar las probabilidades de supervivencia.

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