Gleitschirm-Absturz bei Mirador de Sa Torre – Rettung per Hubschrauber und offene Fragen zur Sicherheit

Accidente de parapente en el Mirador de Sa Torre: un drama de rescate y la pregunta abierta sobre la seguridad

👁 2137✍️ Autor: Lucía Ferrer🎨 Caricatura: Esteban Nic

Un parapentista de 46 años se desploma por la tarde en terreno rocoso cerca de Sa Torre. Helicóptero, Samu 061 y la policía lo trasladan al hospital Son Espases. Un vistazo a las causas, las rutas de atención y lo que a menudo falta en Mallorca.

Accidente de parapente en el Mirador de Sa Torre: un drama de rescate y la pregunta abierta sobre la seguridad

La tarde del domingo, alrededor de las 15:50, un parapentista tuvo problemas durante el aterrizaje en la zona del Mirador de Sa Torre, en Llucmajor. El hombre, de 46 años, cayó en un terreno rocoso e inaccesible y fue finalmente rescatado por los equipos de emergencia en helicóptero. Los sanitarios del servicio balear Samu 061 le atendieron en el lugar; el paciente fue localizado consciente, pero con respuesta limitada. Tras su estabilización, un helicóptero medicalizado lo trasladó al Hospital Universitario Son Espases; las lesiones se catalogaron como leves.

Pregunta clave

¿Qué tan seguras son las zonas de despegue y aterrizaje para los parapentistas en Mallorca, y qué habría que mejorar de inmediato para que rescates de este tipo sean menos frecuentes?

Análisis crítico

El rescate se desarrolló de forma rápida y profesional: llamada al 112, helicóptero de bomberos, Samu 061, policía y Guardia Civil —la coordinación aparentemente evitó un desenlace peor. Aun así, persisten interrogantes. ¿Por qué perdió el piloto el control a baja altura? ¿Era el lugar de aterrizaje problemático, influyó la topografía con giros súbitos del viento o rachas térmicas, o se produjo una avería técnica? En varios rescates en Mallorca emergen patrones: terreno difícil, visibilidad tardía de los peligros y escasas opciones para un aterrizaje seguro cerca de miradores populares.

Lo que falta en el discurso público

Se habla mucho de la cadena de emergencia y menos de la prevención. No se explica con la suficiente transparencia qué normas rigen las zonas de despegue y aterrizaje, si existen avisos locales ante cambios de viento y cómo se informa a los practicantes recreativos sobre los peligros actuales del terreno. Tampoco se discute con la suficiente frecuencia la formación requerida ni la regularidad de las revisiones de los equipos en las conversaciones cotidianas en Mallorca.

Una escena cotidiana de Llucmajor

En un suave atardecer de diciembre, el Mirador de Sa Torre suele reunir paseantes, fotógrafos y visitantes de Palma que disfrutan de las vistas al puerto y la ciudad. Se oyen pasos sobre la tierra seca, el lejano claxon de coches en la MA-19 y el rumor del mar. Minutos antes de la llamada de emergencia, un vecino observó cómo un parapente oscilaba de forma inusual. Son esas observaciones las que desembocan en una llamada al 112 y poco después las hélices zumban sobre la sierra —una imagen que aquí se repite con cierta frecuencia.

Propuestas concretas

- Marcado y cartografía clara de zonas de aterrizaje seguras: autoridades, ayuntamientos y clubes de vuelo deberían comprobar conjuntamente qué áreas son aptas para aterrizajes y hacer esa información pública.
- Avisos locales para pilotos: un sistema sencillo con información actualizada sobre viento y turbulencias vía app o panel informativo en el mirador podría reducir accidentes.
- Revisiones periódicas de seguridad y protocolos de mantenimiento transparentes para el equipo: las escuelas de vuelo y los clubes deberían impulsar controles documentados y facilitar ese acceso a la información.
- Sensibilización de los visitantes: quien acuda al mirador debería saber que allí se realizan despegues y aterrizajes; señales con consejos de conducta para los no implicados serían útiles.
- Simulacros con los equipos de rescate: entrenamientos conjuntos entre rescate de montaña, bomberos y grupos de aviación mejoran los procedimientos en terrenos de difícil acceso.

Conclusión

El operativo en Sa Torre demuestra que las cadenas de rescate en Mallorca funcionan. Pero la prevención es preferible al rescate. Si municipios, federaciones de deporte aéreo y servicios de emergencia colaboran de forma más concreta, podrán identificarse antes los puntos de riesgo y quizá evitarse accidentes. Para el herido ahora queda la esperanza de que solo quede una cicatriz de recuerdo y una buena rehabilitación, y que la isla aprenda lecciones valiosas de este suceso.

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