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Un Bremenés, su velero y el motor silencioso: Cómo un sueño en Mallorca se volvió eléctrico

Un Bremenés, su velero y el motor silencioso: Cómo un sueño en Mallorca se volvió eléctrico

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Thorsten cambió diésel por un motor eléctrico de 10 kW y hizo que su barco de unos ocho metros de eslora en Mallorca fuera completamente renovado. El resultado: más tranquilidad, menos líos y algunas ventajas prácticas para los patrones de fin de semana.

Del antiguo diésel provisional a la navegación eléctrica diaria

Cuando Thorsten Koch, de Bremen, llegó por primera vez a Porto Petro hace algunos años, la isla no lo dejó ir. El barco del que aquí se habla mide unos ocho metros de eslora y ya formaba parte de la familia de su vivienda de vacaciones en Mallorca, cerca de Llucmajor. En 2024/25 decidió darle a su segundo barco un nuevo corazón: un motor eléctrico.

¿Por qué eléctrico? Práctico y personal

Las razones no fueron una prédica ideológica, sino de la vida diaria: quien no está continuamente presente en el lugar, tiene con motores diésel más problemas — óxido, servicios recurrentes, residuos de combustible, estas historias. Además, en casa en Viena había un hijo algo quisquilloso que ama lo de segunda mano y para quien la sostenibilidad no es solo una palabra. Resultado: adiós al neumático de repuesto humeante.

La tarea la llevó a cabo un astillero local: Medvolt Marine, dirigido por dos hermanos, coordinó la renovación. En su taller —en medio de la isla, cerca de un pequeño puerto industrial— se pulió el casco, se renovó el interior, se actualizaron los muebles y se inspeccionó el mástil. El proyecto duró cinco meses, e incluyó una nueva capa antifouling a base de silicona, que reduce las algas.

El motor nuevo y la sensación en el agua

Debajo de la cubierta ahora funciona un motor Water-World de alrededor de diez kilovatios. Eso significa: según el fabricante y tras las primeras pruebas de navegación, unas 35 a 40 millas náuticas de alcance por carga de batería — suficiente para salidas costeras relajadas durante un fin de semana. Thorsten describe el resultado así: El barco acelera de inmediato, es notablemente más silencioso y mucho más fácil de maniobrar.

Lo que noté cuando lo llamé la semana pasada: parece aliviado. Ya no hay maldiciones por problemas de arranque o recordatorios de mantenimiento. En su lugar: un desliz suave, un poco más de tiempo para mirar las olas y menos aceite entre los dedos.

Más que solo tecnología

Medvolt ve este tipo de proyectos como una prolongación de la vida de barcos antiguos. Combinan electricidad, trabajos en madera, tapicería y, a veces, simplemente un poco de amor artesanal: tres generaciones suelen trabajar allí en un barco. Thorsten quería conservar su barco, no reemplazarlo. Para muchos capitanes de ocio, es un argumento: el alma del antiguo barco permanece, solo el motor se moderniza.

Un pequeño consejo al margen: Quien emprende una renovación así debe planificar tiempo de reserva. Cinco meses son realistas, aunque no precisamente cortos, pero la calma después merece la pena.

Para Thorsten, ahora corresponde: salidas tranquilas al amanecer, sin olores a diésel y menos estrés cuando se acerca la temporada. Y para la isla: un poco menos de ruido y carga ambiental. No es dramático, pero se nota, especialmente en las hermosas mañanas, cuando el espresso humea y el mar está liso como un cristal.

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