Chanelle Wyrsch habla abiertamente de sus éxitos en la televisión, la pérdida de peso y del plan de tomar la música en serio. Una conversación sobre el escenario, el amor y las nuevas canciones.
El escenario espera: Chanelle Wyrsch quiere triunfar como cantante
La encuentras a menudo en la Playa de Palma, con un sombrero de sol, guitarra o auriculares; y se nota que no es alguien que solo toma el sol en la playa de los famosos. Chanelle Wyrsch, 28 años, ha probado mucho en los últimos años: castings, programas de telerrealidad, papeles en televisión. Ahora se enfoca de forma constante en la música y habla abiertamente sobre lo que eso significa realmente.
Su primer gran actuación en Mallorca fue todo menos cómoda. Pocos días de preparación, un set demasiado corto y un público que mostró poca indulgencia. Esas noches la han marcado: he aprendido a captar al público con energía, ritmo y exactamente las canciones que conectan, dice, mientras al fondo pasa un motor de un barco por la costa. Esta experiencia le dio respeto por el negocio en vivo, pero también determinación.
Más música, menos titulares
El pequeño éxito veraniego ¿Estás soltera? la dio a conocer, pero Chanelle quiere más que ser un simple One-Hit-Wonder en Ballermann. Escribe sus propias canciones, toca la guitarra y el piano, y antes aprendió batería. Su objetivo suena simple y a la vez difícil: venir para ser tomada en serio como artista, no solo como una rubia famosa de la televisión.
Su plan: menos fiestas, más ensayos. Hacer contactos, no solo contar likes. Lo dice sin arrogancia: 100.000 seguidores están bien, pero no reemplazan a buenas canciones.
Privado: declaraciones claras
En cuestiones amorosas es reservada. No es un macho, no es un romantico exagerado, sino humor e independencia. Un pequeño deseo: que su pareja sea más alta que ella — Chanelle mide 1,78 m y lo dice con una sonrisa. Las relaciones fueron cortas, a menudo rodeadas por el ruido de los medios. Ahora prefiere salir: Alemania, Nashville, Caribe — lo importante es sol y trabajo.
En lo profesional va bien: aún hay participaciones en TV, pero la música es la prioridad. A eso se sumó un duro camino personal: perdió alrededor de 25 kilos, cambió su dieta, hizo yoga, más tarde intervenciones, de las que habla abiertamente. No me arrepiento de nada, dice. Se trata de su bienestar y de la presencia en el escenario, no de titulares.
Qué viene después
Chanelle planea nuevos sencillos y trabaja en un set en vivo que pueda tomarse en serio. Mallorca sigue siendo importante para el verano: la isla es un escenario, sin duda, pero a largo plazo quiere volver a Suiza. ¿Motivos fiscales? Parcialmente, dice seca. Sobre todo quiere trabajar allí con concentración y terminar nuevas canciones. A más tardar el próximo año quiero dar el siguiente paso, afirma con determinación. Suena valiente, típica de alguien que se levanta y sigue adelante.
Ya sea Ballermann, estudio de TV o un pequeño concierto en Palma: Chanelle busca el desafío. Y quien la encuentre este verano en la costa quizá escuche un nuevo estribillo, antes de que el resto del país lo conozca.
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