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Hallazgo sin resolver frente a Cala d’Or: la muerte brutal de una joven turista en 1988

Hallazgo sin resolver frente a Cala d’Or: la muerte brutal de una joven turista en 1988

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En el verano de 1988 se encontró frente a Cala d’Or el cadáver desmembrado de una alemana de 26 años. Casi cuarenta años después, quedan muchas preguntas sin responder, y la isla recuerda un tiempo que no la abandona.

Un hallazgo que resuena hasta hoy

Era una caliente mañana de julio de 1988, cuando pescadores y bañistas frente a Cala d’Or hallaron algo que nadie esperaba en una cala turística: el cuerpo de una joven, gravemente mutilado. Las imágenes, que más tarde llegaron a los archivos, muestran la brutal realidad. Muchos aquí en la isla siguen hablando en voz baja al respecto, a veces durante el café, a veces en la barra, cuando el tema surge en capítulos oscuros del pasado.

Qué se supo entonces

La mujer tenía 26 años y fue identificada como alemana. Un lunar llamativo en la espalda y un pendiente ayudaron a la identificación. Investigadores de la Guardia Civil registraron lesiones inusuales: ambos brazos faltaban, la cabeza estaba tan gravemente herida que parecía separada casi del torso. Además, un testigo declaró haber visto ese día un barco acercarse de forma inusual a una bañista.

Solo unas semanas antes, en lugares completamente diferentes de la isla, dos mujeres más fueron encontradas muertas en el mar: una decapitada en Pollença y otra en Peguera. Si fue casualidad o conexión, quedó abierto. En los expedientes se sugiere que las lesiones podrían haber sido causadas por una hélice de barco. Por eso el caso se clasificó oficialmente como un accidente causado por un barco.

Preguntas que invitan a dudas

Muchas personas locales estaban escépticas. ¿Cómo podía un estado tan brutal del cuerpo surgir solo por una colisión con una hélice? ¿Por qué no se encontró ningún barco adecuado, a pesar de que los testigos vieron uno? ¿Y encaja esta explicación con los casos en Pollença y Peguera? Las investigaciones dejaron lagunas, y los archivos quedaron abiertos, sin una respuesta definitiva.

La policía y la Guardia Civil entonces reforzaron las patrullas en la costa. En días normales de verano, el mar estaba lleno de veleros y barcos turísticos; aquel verano, sin embargo, muchos residentes sintieron una tensión especial. Algunos dijeron que por las noches ya no se sentaban junto al puerto con la misma tranquilidad.

Por qué el caso sigue siendo importante hoy

No se trata solo de un crimen sin resolver. Se trata de la memoria de las víctimas, de preguntas sobre la esclarecimiento y de la confianza en las investigaciones. Casi cuatro décadas después, casos así muestran cuán importante es la preservación minuciosa de pruebas y la investigación continua. Las pistas de la población pueden hoy mover más que antes: los métodos de ADN y la forense moderna han avanzado.

La isla ha cambiado: el turismo, la actividad portuaria y las medidas de seguridad están organizadas de forma diferente hoy. Sin embargo, la silenciosa petición de muchos residentes persiste: quien sepa algo, que hable. Incluso pequeños recuerdos, un nombre, una observación de los veranos anteriores a 1990 podrían abrir nuevas vías para esclarecer.

Datos breves: fecha del hallazgo: julio de 1988. Lugar del hallazgo: a poco más de una milla frente a Cala d’Or. Víctima: una turista alemana de 26 años. Evaluación oficial en aquel entonces: accidente causado por una hélice. Estado actual: no resuelto, expedientes abiertos.

Si tiene alguna pista o ve fotos antiguas que podrían estar relacionadas con el caso, póngase en contacto con la Guardia Civil. Algunas preguntas solo pueden resolverse con tiempo y valor. La isla no olvida, pero espera claridad.

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