En Santa Catalina se encontró a una mujer mayor muerta en su vivienda. Su hijo estuvo recluido brevemente, pero quedó en libertad hasta la llegada del informe definitivo de la autopsia.
Hallazgo inusual en Santa Catalina
En un tranquilo patio interior de Santa Catalina, los vecinos a principios de octubre descubrieron algo que nadie de nosotros aquí esperaba: una mujer mayor que aparentemente llevaba ya tiempo muerta en su vivienda. El hallazgo desencadenó una cadena de investigaciones que continúan hasta hoy.
Cómo llegó la alerta
Una vecina, que sube y baja las escaleras cada mañana, se sorprendió porque no había visto ni oído a la mujer durante semanas. El 6 de octubre alrededor de las 14:20 llamó a la policía. La puerta estaba cerrada con llave, tuvo que llamar a los bomberos para abrirla. Justo cuando llegaron los equipos, la puerta de la vivienda se abrió: el hijo de la fallecida estaba en el pasillo y dijo que su madre había muerto ya a principios de septiembre.
En el lugar, testigos hablaron de un ventilador en funcionamiento y música a alto volumen en la vivienda — pequeños detalles que más tarde aparecieron en los informes. La Policía Nacional activó el protocolo de investigación correspondiente: recopilación de pruebas y huellas, médico forense y la brigada de homicidios fueron llamados.
Detención, cargos y liberación
Durante la primera inspección se observaron lesiones en el cuello de la víctima, lo que alimentó la sospecha de una muerte no natural. En consecuencia, la policía detuvo al hijo el 14 de octubre. El ambiente en el barrio estaba tenso; la gente susurraba en la calle, muchos solo conocían a la familia por lo que pasaba.
El viernes, la jueza de instrucciones número 5 en Palma ordenó la liberación del hombre —provisional y hasta la llegada del informe definitivo de la autopsia. Es decir: ya no está en prisión, pero las investigaciones no están de ninguna manera terminadas.
Qué pasa ahora
La policía científica ha registrado la vivienda, tomado fotos y asegurado huellas. Los investigadores ahora intentan crear una cronología fiable: ¿cuándo murió realmente la mujer? ¿Quién tuvo acceso a la vivienda? ¿Y cómo se explican las lesiones que se observaron en la primera inspección?
Casos así siguen siendo tema en una ciudad como Palma, no solo porque son trágicos, sino porque plantean preguntas sobre vecindad, soledad en la vejez y la necesidad de ayuda. Esperamos las respuestas definitivas del médico forense. Hasta entonces, la investigación continúa.
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