Jürgen Drews con su hija Joelina durante una celebración en Mallorca

Jürgen Drews regresa brevemente: Joelina invita a la fiesta por sus 30 años en Mallorca

👁 18672✍️ Autor: Ricardo Ortega Pujol🎨 Caricatura: Esteban Nic

No un estadio, sino felicidad familiar: Jürgen Drews viaja a Mallorca para la fiesta del 30.º cumpleaños de su hija Joelina. Un regreso discreto y cálido.

Un trozo de la historia del Ballermann vuelve a casa — pero de forma muy privada

Cuando la Tramuntana aún sopla calor por las callejuelas al caer la tarde y desde la distancia se oye un acordeón en la playa, uno nota: Mallorca vuelve a respirar. A finales de este verano aparece un nombre conocido entre ese aire: Jürgen Drews, el hombre al que muchos llaman con cariño «Rey de Mallorca», acudirá a la isla por una celebración familiar. No es un concierto en estadio, ni un gran alboroto — su hija Joelina cumple 30 años y el padre está invitado. Según varias fuentes cercanas, la fecha sería el 27 de septiembre.

Familiar en lugar de ostentoso — así se pretende mantener

La noticia genera olas aquí y allá, pero no en el sentido del sensacionalismo. Se trata de Ramona, amigos íntimos y algunos invitados seleccionados. Un camarero en la playa sonríe mientras llena un vaso: «Si aparece, será acogedor y ruidoso a la vez». Eso es precisamente lo que muchos esperan: una noche de schlager, champán y de vez en cuando un micrófono que pasa de mano en mano. En vez del foco, prima la cercanía.

Nuevos sonidos, viejas melodías

Coincidiendo con su regreso hay novedades musicales: una nueva versión de su clásico «Rey de Mallorca» sale como dúo con un conocido animador de Internet — fecha de lanzamiento: 19 de septiembre. Y en octubre está previsto un último álbum, con canciones nuevas, remixes y duetos familiares. Para los chiringuitos de la playa podría ser la banda sonora bienvenida; los viernes por la noche la playa prueba con gusto nuevos temas.

¿Por qué ya no hay grandes giras? La respuesta no está en el brillo del escenario, sino en el cuerpo: Drews ha hablado abiertamente sobre su polineuropatía. La enfermedad obliga a bajar el ritmo. No se planean grandes giras. En su lugar queda la música — y la decisión consciente de compartir solo momentos seleccionados.

Qué significa esto para Mallorca

Para la isla es menos un regreso que una visita familiar y conocida. Es la pequeña excitación agradable: los clientes habituales de los chiringuitos lo comentan con el café, las DJs de la playa se preguntan qué versión del dúo pondrán, y las pequeñas tiendas esperan una noche con más clientela. No es una imagen de miles de millones, sino un beneficio local — algunas copas más, un bar lleno, gente que canta junta.

También se puede decir: así es la nostalgia hoy en día. No un gran espectáculo, sino momentos hechos a mano. Encaja con una isla que tiene su propia mezcla de rutina y cultura festiva — entre furgonetas de reparto, tiendas de bicicletas y el leve susurro del mar en el horizonte.

Un último capítulo — y un buen consejo

Es conmovedor cómo las generaciones musicales se conectan. Joelina como anfitriona, el padre como centro silencioso, un álbum que cuenta la historia familiar en tonos — eso es un capítulo digno. Para los fans significa: venid, escuchad, respetad. Para los medios significa: mantener la distancia.

Mi pequeño consejo para los que estén allí: Disfrutad cuando las melodías conocidas suenen desde los chiringuitos. Sed amables, dejad más la cámara en el bolsillo y guardad el prosecco de las tres de la madrugada — el domingo lo agradecerá. Y quién sabe: quizá este discreto reencuentro sea justo lo que Mallorca necesita en otoño — un trozo de recuerdo que siga sonando en las pequeñas barras.

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