La borrasca Alice trae lluvias persistentes a Mallorca. Además de calles mojadas y accesos cerrados, surge una pregunta central: ¿qué tan bien están preparadas la infraestructura, el sector turístico y los visitantes para estas situaciones otoñales, y qué soluciones pueden aplicarse de inmediato?
Pregunta central: ¿Qué tan preparada está Mallorca para las lluvias persistentes y las inundaciones?
Quien pasee por Palma junto al Parc de la Mar no escucha ahora el rítmico rumor del mar, sino el monótono golpeteo de la lluvia sobre los tejados de terracota. El paseo está más vacío, las cafeterías callejeras recogen sus terrazas y en el aeropuerto de Son Sant Joan se registran retrasos apreciables. La borrasca Alice tiene a la isla bajo su influencia desde hace días. Las previsiones no apuntan a una mejora rápida, lo que plantea la pregunta: ¿pueden la infraestructura, el turismo y la vida cotidiana en Mallorca afrontar sin problemas este tipo de episodios otoñales?
Así está la situación
El servicio meteorológico nacional ha emitido avisos naranja y amarillo: naranja para el suroeste, el oeste y la Tramuntana, amarillo para el resto. En la MA-1 en dirección a Andratx, anoche el agua se acumuló en los bajos; en distintos pueblos se cerraron accesos de forma temporal. Al mismo tiempo las temperaturas siguen siendo suaves: durante el día entre 23 y 26 grados, lo que hace la situación emocionalmente más llevadera para los viajeros, pero no soluciona los problemas técnicos.
Se esperan tormentas y chubascos fuertes, especialmente el domingo por la tarde y la próxima semana. La banda sonora: lluvia golpeando los cristales, viento en los pinos y de vez en cuando el aullido de las barredoras que intentan mantener despejadas las canaletas. Esto deja claro que no se trata solo de unas horas de lluvia, sino de un evento con implicaciones logísticas.
Lo que a menudo queda en segundo plano
En el debate público se habla rápido de vuelos cancelados o de fotos de vacaciones mojadas. Menos atención reciben, en cambio:
Drenaje y estado de las calles: muchas vías secundarias, especialmente en el interior y en municipios pequeños, presentan problemas con la red de alcantarillado y canaletas estrechas que se desbordan con lluvias intensas.
Pequeños negocios: bodegas, puestos de mercado y pensiones familiares tienen pocas reservas frente a daños o pérdidas de ingresos si el mercadillo semanal se anula por la lluvia.
Información y comunicación: existen niveles de aviso, pero ¿se difunden de forma suficientemente adaptada a los turistas? Muchos mensajes llegan a teléfonos móviles, pero muchos visitantes siguen confiando en portales de viaje o en redes sociales en lugar de en los avisos oficiales locales.
Concreto: qué ayudaría ahora
Hay medidas prácticas y rápidas, algunas aplicables de forma inmediata:
Cadenas de aviso locales y transparentes: hoteles, propietarios y operadores deberían transmitir información de forma obligatoria y automatizada, en inglés, alemán y español.
Mejor señalización y cierres: cortes temporales en puntos conflictivos y señales visibles en las vías de acceso evitan imprudencias y accidentes.
Apoyo a los pequeños comercios: programas de ayuda temporal o aplazamiento de impuestos para afectados por inundaciones salvarían actividades y puestos de trabajo.
Promoción de ofertas cubiertas: visibilizar más museos, bodegas y mercados locales como alternativas a cubierto puede reducir las pérdidas turísticas y ofrecer buenas experiencias a los visitantes.
Consejos para viajeros – prácticos y locales
Compruebe vuelos y condiciones de alquiler. No atraviese charcos profundos y respete los cortes de carretera. Empaque botas de agua, impermeable y buen ánimo en lugar de solo protector solar. Explore pueblos resguardados del viento como Sineu, la zona vinícola de Binissalem o los museos de Palma y el acuario si las actividades al aire libre son arriesgadas.
Y un consejo honesto: la lluvia persistente también puede abrir oportunidades. Calles céntricas más vacías, café humeante en cafeterías tradicionales o un puesto de mercado tranquilo con almendras tostadas forman parte también de Mallorca. Si la administración, el sector turístico y los visitantes aprenden de los problemas actuales, la isla puede volverse mucho más resistente ante futuras tormentas otoñales.
Manténgase cauto en las carreteras, infórmese con su alojamiento y las autoridades —y recuerde: la playa no desaparece. Hoy solo está un poco más mojada.
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