Längere Saison auf Mallorca: Direktflüge 2026 bringen neue Gäste und Chancen

Los hoteleros de Mallorca apuestan por una temporada más larga: los vuelos directos de 2026 dan nuevo impulso

👁 14520✍️ Autor: Lucía Ferrer🎨 Caricatura: Esteban Nic

Los propietarios de hoteles en Mallorca planean ampliar sus horarios de apertura y generar más empleos todo el año. Nuevas conexiones directas con Montreal y Abu Dhabi deberían atraer a más huéspedes.

La industria hotelera planea algo más que unas pocas semanas extra

En una mañana neblinosa de noviembre en Palma, de camino al trabajo, en la esquina de la calle se oyen cada vez más conversaciones sobre horarios ampliados. "Este año no cerraremos ya en octubre", comenta la propietaria de un hotel familiar en la Avenida Joan Miró con una pequeña sonrisa. Frases como esa se escuchan con más frecuencia.

Por qué el sector está optimista

El presidente de la asociación hotelera espera que la temporada se alargue de forma notable. Hay motivos sólidos: algunos establecimientos grandes estudian contratos trimestrales para empleados, los negocios más pequeños planean ofertas de fin de semana en invierno y las salas de eventos permanecerán activas por más tiempo. Para los huéspedes esto significa más opciones fuera de los meses de verano. Para los trabajadores suele traducirse en empleos más estables y, sí, algo más de tranquilidad en el servicio cuando desaparecen las presiones de la temporada alta.

Nuevas rutas de larga distancia – nuevas perspectivas

A partir de 2026 están previstas dos nuevas conexiones directas: Palma–Montreal y Palma–Abu Dhabi. No es solo un buen titular. Los vuelos directos son importantes para los hoteles porque abren mercados que con escalas no siempre son tan accesibles. Más vuelos hacia Norteamérica podrían dinamizar la temporada de invierno; las conexiones con Oriente Medio atraen otros perfiles de viaje: negocios, visitas familiares y nuevas ofertas de paquetes.

En el aeropuerto de Son Sant Joan esperan un aumento notable de pasajeros en los meses de transición. Algunos hoteleros confían también en una mejor ocupación los lunes y martes, días que antes solían quedar vacíos.

No todo es color de rosa

Por supuesto también hay preocupaciones: las reservas desde Alemania y Reino Unido han bajado ligeramente últimamente. No es un drama, pero sí una señal. Por eso muchos establecimientos apuestan al mismo tiempo por diversificar: nuevos talleres, colaboraciones locales con bodegas y mercados de productores, así como paquetes de fin de semana dirigidos a residentes del territorio peninsular.

Al final se trata de encontrar un equilibrio. Las horas de apertura más largas no solo deberían atraer a más huéspedes, sino también mejorar la calidad de los empleos para quienes viven aquí. Si funciona, el próximo invierno quizá no vea solo paseos vacíos, sino restaurantes abiertos, más eventos y empleados satisfechos —y eso sería una ganancia para la isla, como escuché hoy en el mercado.

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