Dichter Nebel auf Mallorca – Sicht unter fünfzig Metern, Flughafen und Straßen betroffen

Mallorca en la niebla: visibilidad casi nula, operaciones del aeropuerto afectadas

👁 2347✍️ Autor: Ricardo Ortega Pujol🎨 Caricatura: Esteban Nic

Una densa niebla se extendió el lunes sobre gran parte de la isla. AEMET advirtió que la visibilidad cayó localmente a pocos metros. Barrenderos, viajeros y el aeropuerto sufrieron las consecuencias.

Mallorca en la niebla: visibilidad casi nula, operaciones del aeropuerto afectadas

Pregunta central: ¿Qué capacidad de actuación tiene la isla cuando la sopa gris lo cubre todo?

La mañana del lunes una espesa capa de niebla cubrió gran parte de la isla. AEMET había emitido un aviso oficial, que estaba vigente para el suroeste y el centro de la isla hasta alrededor de las 11:00; oficialmente la alerta hablaba de visibilidades por debajo de 400 metros. En la práctica, en algunos puntos fue mucho peor: residentes de El Molinar contaron que apenas podían ver unos pocos metros, y en la colina de Randa el paisaje desapareció bajo la niebla.

En las carreteras casi no avanzaba nada. Los coches avanzaban a paso de tortuga, las luces traseras, las luces de emergencia y el ocasional claxon se mezclaban con el sonido de los neumáticos mojados. En algunos municipios los autobuses permanecieron más tiempo en las paradas y los horarios se desajustaron. La consecuencia: los trabajadores llegaron tarde, las entregas se retrasaron y la actividad matutina habitual en Palma se vio más apagada de lo normal.

También el aeropuerto de Palma sufrió restricciones: imágenes de la plataforma mostraban niebla densa y el control aéreo activó los procedimientos de baja visibilidad (Low Visibility Procedures). Varias conexiones despegaron y aterrizaron con retraso; en algunos vuelos los retrasos llegaron a sumar alrededor de una hora y media. Los más afectados fueron los vuelos de primera hora de la mañana; solo algunos destinos en Alemania registraron demoras apreciables.

Análisis crítico: la niebla no es un fenómeno exótico, pero aquí se subestiman con frecuencia sus efectos sobre el tráfico y la infraestructura. Autoridades y operadores disponen de reglamentos técnicos y procesos para mala visibilidad —como se aprecia en el aeropuerto con las LVP—, pero en la implementación diaria hay lagunas. La comunicación externa, la gestión dinámica de la red vial y la coordinación entre transporte público y autoridades de tráfico en ocasiones no fueron lo suficientemente rápidas.

Lo que falta en el debate público: indicaciones prácticas para residentes y visitantes, información clara en tiempo real y un balance honesto sobre responsabilidades. El aviso de AEMET llegó a mucha gente, pero faltaron recomendaciones concretas, por ejemplo sobre rutas alternativas, cambios en los horarios de autobuses o servicios especiales para quienes trabajan en turnos tempranos. Para los turistas hubo poca ayuda visible: las pantallas del aeropuerto informaban, pero los mensajes móviles de las aerolíneas y de la asistencia en tierra no estuvieron disponibles de forma continua.

Una escena cotidiana: en el Passeig des Born las terrazas están menos llenas porque los locales abrieron más tarde. Un pescador empuja su barca en el puerto para no chocar contra la pared invisible de humedad. En El Molinar se ven peatones con bandas reflectantes en las mangas, los ciclistas circulan con más precaución y la recogida de basura avanza muy despacio. Estas pequeñas observaciones muestran que la niebla tiene consecuencias no solo técnicas, sino también sociales.

Propuestas concretas: primero, necesitamos mejores paneles informativos segmentados (Variable Message Signs) en los accesos críticos y autopistas, vinculados a datos en tiempo real de AEMET. Segundo, los esquemas de autobuses y trenes deberían ajustarse rápidamente y comunicarse mediante apps y altavoces en paradas principales. Tercero, el aeropuerto requiere una coordinación más estrecha entre aerolíneas, personal de tierra y control aéreo: cuando se aplican las LVP debe quedar transparente qué conexiones se priorizan o se desvían. Cuarto, los municipios podrían activar límites de velocidad temporales automáticos y desplegar a la policía de tráfico en zonas de niebla para evitar reacciones en cadena tras accidentes.

Las cuestiones presupuestarias y de competencias son, por supuesto, el principal escollo. Serían útiles colaboraciones entre el gobierno insular, la autoridad de transporte y el operador aeroportuario para financiar medidas pequeñas pero eficaces: sensores móviles de niebla, equipos informativos adicionales en zonas turísticas y un canal de información central para residentes y visitantes.

Conclusión: la jornada de niebla de hoy ha mostrado que Mallorca está técnicamente preparada, pero la práctica falla. Más visibilidad en la cadena informativa, controles de tráfico dirigidos y servicios pragmáticos para quienes empiezan temprano reducirían notablemente el impacto. Quien tenga que salir mañana por la mañana: encienda las luces, use cruce con corto alcance, salga con algo más de tiempo y consulte las indicaciones oficiales de AEMET. Y sí: el monte Randa devolverá el sol cuando la niebla se levante, pero hasta entonces toca extremar las precauciones.

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