Escort en Mallorca: la experiencia de un alemán

Kevin trabaja como escort para mujeres y cuenta abiertamente sobre citas en Palma, precios, límites y por qué Mallorca es para él un lugar de trabajo especial.

¿Por qué Escort? Una conversación sincera

Delante de una palmera y un café en Palma se sienta un hombre que a simple vista no encaja en ningún cliché: Kevin, 45 años, dice que emprendió un camino profesional inusual. "Antes era técnico de recocido en la construcción de tuberías, trabajo por turnos, suciedad y frío. Hoy prefiero sentarme junto al mar y acompañar a las mujeres", explica con una sonrisa torcida. El cambio llegó tras una ruptura, y a través de una plataforma conocida encontró en 2023 su camino en la industria.

¿Cómo funcionan los encuentros?

"No todo gira en torno al sexo", dice Kevin. Distingue entre citas sociales cortas, en las que se va a comer o se pasea juntos, y citas más largas que permiten más intimidad. Para los encuentros sociales, cita alrededor de 300 euros por unas dos horas, para la variante más íntima alrededor de 500 euros. Los precios son negociables, añade, pero el respeto y acuerdos claros son obligatorios.

Él acompaña a mujeres en hoteles, para paseos por la playa y en cafeterías — la última semana en Cala Ratjada. "Allí todo fue muy relajado: tomarse de la mano, caminar por la playa, ni más ni menos que una pareja de vacaciones", recuerda. Las clientas pagan viaje y alojamiento, por lo que Kevin viaja a menudo con un ambiente de vacaciones.

Reglas, límites, precaución

Kevin da importancia a la discreción. No exige fotos por adelantado, porque cree que las mujeres deben poder concentrarse en el encuentro. Acepta solo clientas femeninas y parejas, no reservas de hombres. El sexo seguro es para él obligatorio, y se realiza una prueba cada tres meses. "Hay solicitudes que rechazo directamente, es importante mantenerse fiel a uno mismo", dice.

Apariencia, vida diaria y relaciones

Una apariencia cuidada es parte del trabajo: corte de pelo, ropa adecuada, una sonrisa bien cuidada. Kevin se entrena, pero admite que un abdomen marcado no es un requisito. En la vida diaria, la mayoría de las veces se relaciona con mujeres normales: algunas buscan cercanía, otras atención o confirmación, a menudo porque su propia relación se ha apagado. "Muchas mujeres quieren volver a ser vistas como mujeres", resume.

En privado vive en una relación monógama con una mujer de 52 años que tiene dos hijos. "Hemos encontrado nuestro propio equilibrio", dice. Trabajar y mantener la relación no lo descarta, por extraño que suene.

¿Por qué Mallorca?

Para Kevin, la isla es más que un telón de fondo de vacaciones: "Mallorca tiene ese ritmo relajado. En Berlín todo es más frenético; en la isla se puede disfrutar de un encuentro con más calma." El clima, la playa, el ritmo ligero: eso cambia la atmósfera de una cita.

¿Seguirá haciéndolo mucho tiempo? "Podría imaginarme seguir trabajando aún unos años. Me da placer, y hay demanda." Parece satisfecho, casi algo aliviado, ante una decisión que comenzó hace años y que lo llevó hasta las costas de Mallorca.