Rafa Nadal: Hand-OP in Barcelona – Manacor hält die Daumen

Nadal tras la operación de la mano: Manacor cruza los dedos por el brazo enyesado

👁 2374✍️ Autor: Ricardo Ortega Pujol🎨 Caricatura: Esteban Nic

Rafa Nadal se sometió a una artroplastia en el pulgar derecho en Barcelona. La noticia evoca en Manacor imágenes familiares: cafés, conversaciones y la esperanza de una recuperación tranquila.

Nadal tras la operación de la mano: Manacor cruza los dedos por el brazo enyesado

Artroplastia en la articulación carpometacarpiana del pulgar en Barcelona — una intervención que muchos en la isla siguen de cerca

El jueves Rafa Nadal fue operado de la mano derecha en el Centro Médico Teknon de Barcelona. El motivo de la intervención fue una artrosis severa en la articulación carpometacarpiana del pulgar; se realizó una artroplastia. El cirujano fue Alex Lluch, acompañado por su médico personal Ángel Ruiz-Cotorro y el Dr. Jaume Vilaró. Un día después, Nadal publicó él mismo una foto desde el hospital y comentó con su típico humor negro que probablemente el Open de Australia no figuraría en su calendario este año.

Que el ganador de 22 Grand Slams vuelva a pasar por el quirófano no es para la gente de Mallorca una mera noticia, sino algo personal. En Manacor, donde Nadal creció y donde su academia de tenis ha marcado el paisaje urbano, las tertulias de invierno se vuelven un poco más íntimas. En la Plaza del Conqueridor los ancianos intercambian recuerdos de partidos mientras toman el café; la mujer de la panadería en la calle Bisbe encoge los hombros al envolver las ensaimadas y comenta: «El chico tiene dolor, pero es fuerte.»

La operación de la mano no es la primera intervención médica de Nadal: en junio de 2023 fue tratado artroscópicamente de la cadera izquierda, en la corredera del psoas — también en la clínica Teknon y con la participación del cirujano deportivo estadounidense Marc Philippon. El regreso a las pistas después fue irregular; su retorno en Melbourne 2024 terminó en el primer partido contra Jordan Thompson con una nueva lesión. En la primavera venció en Barcelona a Flavio Cobolli, luego perdió contra Alex de Miñaur. Siguieron altibajos: una eliminación en octavos en Madrid frente a Jiří Lehečka, una salida prematura en Roma y una eliminación temprana en París frente a Alexander Zverev. Su mejor resultado aquel año fue la final en Båstad contra Nuno Borges. Los Juegos Olímpicos y la final de la Copa Davis fueron sus últimas grandes citas antes de retirarse en noviembre de 2024.

Todo esto explica por qué en la isla se sigue con atención una operación de mano. Nadal es para muchos mallorquines más que un deportista; es un punto de identificación. Que el tratamiento se realice en Barcelona también pone de relieve algo que aquí suele destacarse: la disponibilidad de medicina altamente especializada cerca de casa — un consuelo para las familias que viven aquí o cuidan a parientes mayores.

Con la calidez y la tranquilidad que se perciben en los días frescos de diciembre en el paseo de Palma, hay una mezcla familiar de preocupación y pragmatismo. En el Passeig Mallorca la gente pasea con abrigos gruesos, los perros tiran de la correa y algunos jóvenes jugadores en las pistas del Club de Tenis de Palma asienten cuando se pronuncia el nombre de Nadal. Las reacciones van desde la compasión silenciosa hasta la expectativa de que la paciencia ahora es más importante que la prisa.

¿Por qué es esta noticia buena para Mallorca? Porque muestra una vez más la isla como la tierra de alguien que ha hecho tanto en el mundo y sigue arraigado aquí. Nadal ha inspirado a generaciones de niños a coger una raqueta; su situación recuerda que el alto rendimiento también conlleva lesiones — y que la comunidad apuesta por la recuperación. Para los alumnos de la academia en Manacor es una lección de perseverancia: los profesionales necesitan redes de apoyo, atención médica adecuada y tiempo.

Para las próximas semanas eso significa: reposo, fisioterapia y paciencia. Quienes conocen a Nadal saben que trabajará con meticulosidad — quizá ahora más entre bastidores, en la academia, planificando y observando a los talentos más jóvenes. Para Mallorca supone conservar una figura ejemplar que ya no está en la pista a diario, pero que sigue presente.

Al final queda una imagen que se repite en las pequeñas escenas de la isla: el kiosquero de Manacor que le da el periódico al siguiente cliente y le dice «Recupérate pronto, Rafa», la vecina que ríe quedamente mientras mete una calentadores para el pulgar en un pequeño paquete, y la esperanza de que el hombre de Manacor pronto vuelva a tener las manos libres — al menos para lo que más le importa.

Perspectiva: Intervenciones como esta son hoy rutinarias, pero la recuperación es individual. Para la isla es un recordatorio: las carreras aplaudibles también necesitan espacio para sanar. Deseamos a Rafa Nadal salud — y tomamos como ejemplo cómo una comunidad se une.

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