Turistas veteranos regresan a Mallorca y se decepcionan por precios altos en hoteles, playa y vida diaria.

Nunca más Mallorca – Familia tras 20 años: el viaje se convierte en una sorpresa cara

👁 7842✍️ Autor: Lucía Ferrer🎨 Caricatura: Esteban Nic

Una familia irlandesa, tras dos décadas de visitas habituales, cancela Mallorca: precios de hoteles y de playas demasiado altos; se eliminan las visitas a restaurantes — la frustración es profunda.

Después de 20 años, se acabó: «Esto es una locura»

Llegaron desde finales de los años 2000, contaron sobre chapoteos de niños, pequeños cafés de la calle y la cerveza de la tarde en el Blue Bar de Palmanova. Ahora, tras un breve viaje de verano, una familia irlandesa de cuatro personas cierra las maletas y dice: «Nunca más». No es dramático, sino decepcionante. Por teléfono sonó cansada la madre: «No podíamos creerlo».

¿Dónde exactamente fue el golpe?

La subida de precios comenzó en el hotel. Aunque la familia redujo la estancia de 14 a 10 días, este año pagaron alrededor de 600 euros más que antes. «Son 60 euros por día extra», calculó el padre en voz alta, mientras los niños en la esquina peleaban con libros para colorear. Los costos de playa se sumaron: para cuatro tumbonas y dos sombrillas, las tarifas ascendieron a unos 45 euros diarios. «Allí te sientas y cuentas las monedas», dijo seco uno de los huéspedes.

Nevera portátil en lugar de restaurante – pequeños gestos, grandes recortes

Antes solía haber una cena con vino y un cóctel. Este verano, normalmente bastaba solo para un plato principal y una bebida, o la nevera portátil traída de casa en la playa. «¿Nuestro aniversario? Normalmente la Blue Bar. Esta vez, en el balcón del hotel con conservas y vistas al mar», contó la madre. Suena inofensivo, pero para una familia que Mallorca la tiene ligada a recuerdos, es un quiebre.

En cafeterías y en actividades de ocio más pequeñas observaron tendencias similares: precios que antes parecían aceptables ahora se sienten como un freno. La consecuencia: menos visitas a restaurantes, salidas más cortas, más medidas de ahorro, al menos para este verano.

¿Qué significa esto para la isla?

Es solo una familia, pero su reacción representa a otros turistas que evalúan la relación precio–valor. Para algunos lugares de Mallorca podría significar que los huéspedes habituales vuelvan con menos frecuencia, y se nota especialmente en el asiento vacío en la barra cuando el atardecer calienta el Paseo. Si los hoteleros, gestores de playa y propietarios de locales responderán, aún está por verse. En cualquier caso, la familia planea probar nuevos destinos, y la isla, que alguna vez fue su segundo hogar, ahora se marcha por el momento.

Lugar/Fecha: Calvià, finales de verano de 2025. Fragmentos de la conversación basados en declaraciones de los afectados.

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