Trabajadores instalando nuevas escaleras mecánicas en la Estación Intermodal de Palma

La Estación Intermodal recibe nuevas escaleras mecánicas: ruido hoy, tranquilidad mañana

👁 7420✍️ Autor: Lucía Ferrer🎨 Caricatura: Esteban Nic

Tras casi 20 años, las escaleras mecánicas de la Estación Intermodal de Palma se renuevan. Dos de las bandas se mantienen en funcionamiento para permitir el paso, y la instalación deberá ser más moderna, segura y accesible para mediados de 2026.

Nuevas escaleras mecánicas, un lavado de cara y el familiar ruido de obras

Quien pasó esta semana por la Estación Intermodal de Palma apenas pudo no oírlo: taladros, voces con chalecos naranjas, el ocasional pitido de una carretilla elevadora —y en algún lugar detrás un barista que hace espuma al espresso, que se tapa los oídos un instante. Tras casi dos décadas en servicio, las antiguas escaleras mecánicas de la entrada principal reciben una actualización. Dos de las cuatro bandas ya han sido desmontadas; siempre queda una por sentido para que los viajeros no entren en pánico.

Práctico, pero temprano

Los trabajos comienzan normalmente alrededor de las 7 de la mañana —no precisamente la hora preferida de los amantes del espresso—, pero tiene su sentido: empezar pronto para que durante el día el mayor volumen de tráfico funcione con normalidad. Las zonas de obra están planificadas de tal forma que siempre haya al menos una escalera hacia arriba y otra hacia abajo en funcionamiento. Para personas con equipaje o carritos de bebé es un pequeño alivio. Y sí: el ascensor permanece disponible.

Más que sólo bandas

Además de las escaleras en la Plaça d'Espanya, donde los taxis suelen pitar al ritmo y los turistas arrastran sus maletas, la constructora está renovando también las escaleras mecánicas hacia las dársenas de TIB. Está prevista una reforma completa en dos fases hasta mediados de 2026. Además hay mejoras en los sanitarios: aseos recién alicatados, nuevos grifos y mejor iluminación —no hay glamour, pero es una bienvenida renovación cotidiana para miles de viajeros cada día.

La factura y su valor

El coste: Alrededor de 2,5 millones de euros. A simple vista una suma, pero calculado por el uso diario de viajeros, usuarios de autobús y turistas es una inversión asumible. Tampoco se cambian los zapatos cada cinco años —mejor hacer una buena vez y que vuelva a funcionar.

La accesibilidad sigue siendo prioridad

Importante para muchos: los responsables subrayan la accesibilidad. Personas en silla de ruedas, familias con carritos y viajeros con mucho equipaje no deben dar grandes rodeos. Un ascensor está disponible de manera continua y todos los recorridos están señalizados. Estos pequeños pero decisivos detalles marcan la diferencia entre “problema para después” y “estación que funciona ahora”.

Interferencias, desvíos y charlas de café

No faltarán limitaciones temporales: vehículos de limpieza y reparto circulan de forma distinta, los itinerarios peatonales se desvían ocasionalmente y algo de polvo se cuela por las esquinas. Los clientes habituales del café de la esquina en la Plaça se quejan de partículas finas de hormigón en el croissant; otros restan importancia y celebran: “por fin”, dice una mujer que viaja regularmente en tren a Inca. “La antigua escalera siempre vibraba”.

Perspectiva: más tranquilo, moderno y fiable

El calendario está fijado hasta mediados de 2026, salvo sorpresas importantes. Pequeños retrasos, una pieza de recambio ausente o problemas de suministro no se pueden descartar, pero el objetivo está claro: menos averías, más seguridad y una imagen más moderna. Para los viajeros, conductores de autobús y visitantes de Mallorca significa al final mayor fiabilidad —y esperemos menos tropiezos.

En resumen: Un poco de ruido ahora, una infraestructura mucho más fiable después. La Estación Intermodal quedará más ordenada, luminosa y accesible —una mejora que debería facilitar el día a día de muchas personas en Mallorca.

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