Las obras en el paseo marítimo de Alcúdia se reanudan

Las obras en el paseo marítimo de Alcúdia se reanudan

👁 2374

Tras la pausa veraniega, en Alcúdia vuelven las excavadoras: reparaciones del pavimento, nueva tecnología de vigilancia y alrededor de 50 árboles y palmeras para embellecer el paseo antes de Navidad.

Obras de nuevo en el paseo

La madrugada del lunes volvieron las vallas al paseo del puerto de Alcúdia. Tras una temporada interrumpida, los operarios han vuelto a sacar las máquinas —pero no se preocupe: por la noche se oye apenas ruido en el casco antiguo; aquí se trabaja de día, normalmente entre las 8 y las 17 horas, cuando la mayoría de las tiendas están abiertas.

¿Qué está pasando exactamente?

En pocas palabras: se parchea, se ordena y se gana algo de verde. Se sustituirán los adoquines rotos, se alinearán los bordillos y en algunas zonas se colocará una nueva base donde antes el agua de lluvia causaba problemas. Además, técnicos instalarán varias cámaras de vigilancia que deberán controlar mejor el área del puerto —dicen que por motivos de seguridad.

Un detalle pequeño pero visible para muchos: la autoridad portuaria planea plantar alrededor de 50 nuevos árboles y palmeras. Suena a idilio veraniego, pero también es práctico: en los días de calor se crearán varias zonas de sombra que ya por la tarde suelen ser muy aprovechadas.

¿Por qué se hizo una pausa en verano?

Los trabajos se detuvieron durante la temporada alta para no molestar a turistas y comerciantes —seguro que algunos recuerdan las vallas de años anteriores. La decisión de parar en la época más concurrida fue comprendida en la ciudad: las terrazas del Passeig Marítim estaban llenas y, según una camarera cercana al mercat del peix, “un ruido continuo hubiera causado muchos problemas”.

Ahora, con el tiempo de principios de noviembre —viento fresco del mar y a menudo niebla matinal sobre la bahía— es un buen momento para terminar las obras antes de que la próxima oleada de visitantes llegue en Navidad.

¿Cuándo estará terminado?

La previsión: antes de Navidad. Es optimista, pero comprensible. Vecinos y comerciantes esperan que para entonces la vista al mar vuelva a estar limpia y accesible. Si el tiempo acompaña y no aparecen daños inesperados en el subsuelo, se mantendrá el plazo.

Un residente que pasea cada día con su perro comentó: “Bien que los adoquines estén en orden, pero por favor que no lo dejen todo demasiado esterilizado. Unas cuantas bancas, un poco de naturaleza —eso basta”.

¿Qué significa esto para visitantes y vecinos?

Para los turistas: pequeños desvíos, a veces vallas, rara vez el corte total de paseos. Para los comerciantes: la esperanza de mostrar un aspecto renovado de cara al fin de año. Y para la ciudad: un paseo más seguro, con más sombra y con tecnología modernizada.

Volveré a pasar por el puerto en las próximas semanas —quizá con un termo y el perro con correa— y contaré si la nueva zona verde finalmente da sombra y si las cámaras aportan algo más que cajas brillantes.

Noticias similares