Porsche de segunda mano en un taller de Llucmajor, símbolo de reparaciones costosas y problemas legales

Trampa de coches de segunda mano en Llucmajor: cuando la confianza en el taller sale cara

👁 2374✍️ Autor: Adriàn Montalbán🎨 Caricatura: Esteban Nic

Un joven de 22 años compra un Porsche y acaba en una odisea de talleres: casi 9.000 euros en reparaciones. Cómo pueden protegerse mejor los compradores en Mallorca.

De ganga a pesadilla: por qué un Porsche barato acabó siendo caro

Es una historia clásica que hoy en día se oye con frecuencia en Llucmajor: un coche llamativo, un precio aparentemente bueno, y al final las expectativas y la realidad distan mucho. Ángel, de 22 años, compró el año pasado un Porsche de segunda mano en Madrid por unos 15.000 euros. En Mallorca comenzó la “odisea de los talleres”: un taller no certificado, largos retrasos, peor funcionamiento tras la reparación y, finalmente, costes adicionales de casi 9.000 euros. La pregunta que queda es: ¿cómo pudo ocurrir esto y cómo puede evitarse?

La cuestión central: confiar no basta

Confiar está bien, pero las pruebas valen más. Ángel confió en un conocido del círculo de amigos que trabajaba «los sábados» en una nave y se presentaba como un experto en Porsche. Un apretón de manos rápido, sin presupuesto por escrito, casi sin documentación. Resultado: cuatro meses en vez de tres semanas, una factura de casi 5.000 euros del primer taller, nuevos fallos y, finalmente, otros 4.000 euros en un taller serio en Pont d'Inca. En total: casi 9.000 euros en reparaciones por un vehículo comprado por 15.000 euros. Esto demuestra que la confianza puede salir cara cuando faltan las formalidades.

Lo que suele quedar fuera del debate público

No se trata solo de «malas prácticas». Tres aspectos rara vez reciben la atención suficiente: primero, el papel de los talleres informales en Mallorca, que pueden parecer baratos pero no ofrecen garantía. Segundo, la dificultad de los compradores jóvenes para valorar los detalles técnicos y la calidad de las piezas. Y tercero, los problemas de comunicación y prueba: acuerdos verbales, sin fotos, sin protocolos de comprobación —en caso de conflicto queda poco tangible.

Indicios concretos y motivos de sospecha

En el caso de Ángel varios indicios apuntaban a un trabajo poco serio: abolladuras nuevas en la carrocería tras la devolución, una marcha que patinaba, avisos de error en la transmisión pese a una apariencia «nueva» exterior. Esos detalles suelen indicar el cambio de piezas originales por componentes más baratos o un montaje descuidado. En Mallorca, donde el viento otoñal sopla y las carreteras hacia Palma están a veces húmedas, las reparaciones deficientes se notan bajo carga, cuando ya es tarde.

Oportunidades y soluciones concretas: qué deben hacer ahora los compradores

Lo más importante: documentar. Fotos antes y después de la entrega, presupuestos por escrito, facturas de taller con números de pieza y firmas. También importan los medios de pago: pagar en efectivo sin comprobante dificulta acciones legales. Mejor: transferencia bancaria o, al menos, una factura ordenada con NIF del mecánico.

Antes de comprar conviene una breve lista de comprobación:

Antes de la compra: comprobar el número de bastidor (VIN), exigir el libro de mantenimiento, realizar una lectura profesional de fallos (OBD), inspección visual bajo el capó, prueba de conducción en carreteras secas y mojadas, y alineado de ejes si hay sospecha de daños por accidente.

Al encargar una reparación: presupuesto escrito con plazos, pacto de plazo para rectificaciones, fotos antes y después, anotar por escrito números y procedencia de las piezas, y acordar forma de pago con factura.

Acciones legales y contactos en Mallorca

Quien se siente estafado tiene opciones: presentar una reclamación en la Oficina de Información al Consumidor local, considerar una denuncia por fraude ante la Guardia Civil y reclamar civilmente facturas y daños. En muchos casos ayuda presentar la factura profesional de un taller reconocido como justificante de los costes de emergencia. Ángel está valorando actualmente acciones legales —un camino arduo, pero a menudo necesario para recuperar gastos.

Una perspectiva práctica: cómo podría afrontar Mallorca el problema

Más transparencia ayudaría: una lista mejor visible de talleres certificados, campañas informativas dirigidas a compradores jóvenes y un prechequeo sencillo y gratuito de vehículos de segunda mano por parte de oficinas municipales reducirían muchos riesgos. Estas medidas cuestan poco y generarían la confianza adecuada: una confianza verificable con documentos y comprobantes.

Conclusión: Ángel no solo se quedó con menos dinero en el bolsillo, sino con una lección que muchos en la isla conocen: lo barato puede salir caro. En Mallorca hay grandes mecánicos desde Palma hasta Petra, pero también naves improvisadas donde no conviene dejar el corazón del coche. Unos minutos de reflexión y unos euros para una inspección profesional pueden mantener la ganga como ganga.

Al final, quedó el recuerdo del día otoñal: aire ventoso en Llucmajor, carreteras húmedas hacia Palma y el olor a diésel en una nave que conocía más historias que garantías. Esos pequeños detalles no bajan el precio, pero sí elevan el coste de la confianza.

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