Palma verhängt Bußgeld über 300.000 € in Levante – reicht das gegen Ferienvermietung?

Palma impone multas récord: Varias viviendas alquiladas ilegalmente a turistas

👁 4827✍️ Autor: Adriàn Montalbán🎨 Caricatura: Esteban Nic

En Palma, la administración insular impuso multas altas, sumando más de 300.000 euros. Afecta a un edificio de varias viviendas en el barrio Levante. Las medidas buscan hacer frente a la acuciante escasez de vivienda.

Multa récord en Palma: más de 300.000 euros contra propietarios que alquilan ilegalmente

El viernes por la tarde llegó a la mesa una factura de administración inusualmente alta: la autoridad de turismo de la junta insular impuso multas por un total de más de 300.000 euros para una vivienda unifamiliar en el distrito de Levante de Palma. Antecedente: varias viviendas de la casa estaban aparentemente no alquiladas de forma permanente, sino que se entregaban a turistas de manera sistemática, sin las autorizaciones necesarias.

La zona de Levante, que incluye barrios como Foners, Pere Garau, Son Gotleu y Son Canals, está densamente poblada. Alrededor de 150.000 personas viven aquí, muchas de ellas desde hace años. Justo en estas calles se ve por las mañanas vehículos de reparto, madres con sillas de niño y, sí, también maletas frente a edificios de varias viviendas — no es de extrañar que las autoridades reaccionen con sensibilidad cuando pisos enteros funcionan como mini-hoteles.

Por qué las multas ahora son tan altas

El departamento competente justifica las altas sumas con un trabajo de investigación detallado y una reorganización interna que se implementó en los últimos meses. El objetivo es frenar el mercado ilegal de viviendas vacacionales, que no solo provoca distorsión de la competencia, sino que también afecta la convivencia entre vecinos.

En la práctica, significa: quien alquile pisos sin registro o con datos de uso falsos a turistas se enfrenta a sanciones significativamente mayores desde hace algún tiempo. No es tanto un golpe contra residentes aislados como una advertencia para los arrendadores organizados, según las autoridades.

Lo que dicen los vecinos

En el terreno se oyen voces mixtas. Algunos vecinos respiran aliviados — durante años han denunciado cambios frecuentes, huéspedes ruidosos y menor disponibilidad de viviendas permanentes. Otros temen que las medidas estrictas afecten a pequeños propietarios que hasta ahora dependían de los alquileres vacacionales para pagar sus facturas.

El caso de Levante, en todo caso, podría tener un efecto disuasorio: los controles no disminuirán, y la administración de la isla enfatiza que quiere proteger el mercado de vivienda para los habitantes. Si la suma de las multas de más de 300.000 euros provocará el cambio de actitud deseado, se verá en los próximos meses — y en las calles de Palma ya se discute, con un espresso en la esquina, entre el traqueteo de maletas y el camino a la escuela.

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