20 toneladas de pescado y mariscos en mal estado incautados en un almacén frigorífico en Palma

Pescado podrido en Palma: ¿Quién asume la responsabilidad por 20 toneladas de mercancía estropeada?

👁 6392✍️ Autor: Ana Sánchez🎨 Caricatura: Esteban Nic

A primera hora de la mañana se incautaron en un almacén frigorífico de Palma alrededor de <strong>20 toneladas</strong> de pescado y mariscos. La operación fue necesaria, pero plantea preguntas sobre los controles, la cadena de suministro y el manejo de los alimentos — y al mismo tiempo ofrece oportunidades para mejorar los estándares en la isla.

Temprano en Palma: 20 toneladas de productos del mar retirados del mercado

Aún antes de que las calles del puerto se iluminaran, llegaron la Guardia Civil y los inspectores sanitarios. Desde la cercanía se percibía un olor rancio, más propio de un frigorífico estropeado que de la brisa marina fresca. En el lugar se incautaron y más tarde destruyeron alrededor de 20 toneladas de pescado y mariscos. Para la población fue un choque; para las autoridades de control, un caso que deja muchas cosas al descubierto.

Pregunta central: ¿Quién asume la responsabilidad?

La pregunta central es sencilla pero difícil de responder: ¿Quién asume la responsabilidad – ¿el almacén frigorífico de turno, los proveedores, los comerciantes, las autoridades de control o se trata de la presión económica que conduce a la negligencia? La inspección halló envases con fechas de consumo preferente de los años 2018 y 2019, documentó congelaciones y descongelaciones repetidas y rupturas en la cadena de frío. SEPRONA tomó fotos, recogió muestras e inició actuaciones penales y administrativas.

Lo que a menudo pasa desapercibido

En el debate público suele quedar algo en la sombra: la logística detrás del comercio pesquero es compleja. Entre importador, almacén, mayorista y mercado hay muchas etapas en las que pueden ocurrir errores. Pequeños intermediarios, vehículos de reparto sin una supervisión fiable de la temperatura y albaranes escritos a mano dificultan la trazabilidad.

Otro punto ciego es la eliminación de residuos. Grandes cantidades de productos en mal estado afectan no solo a la salud pública, sino también al medio ambiente: si los desechos no se separan y gestionan correctamente, generan olores, atraen plagas y suponen costes adicionales para el municipio.

Consecuencias para comerciantes y consumidores

El gobierno regional impuso una multa de un total de 90.000 euros a la empresa responsable. Es una señal clara, pero las multas por sí solas rara vez cambian estructuras. Para los consumidores sigue siendo importante: leer las etiquetas, comprobar las fechas de consumo preferente, fijarse en envases dañados y olores inusuales. Y: atreverse a devolver el producto — incluso en el mercado de la plaza, donde ayer se descargaron grandes entregas.

Por qué los controles no son suficientes

Los controles requieren mucho tiempo y personal. En Mallorca aumenta el volumen de mercancías, sobre todo en temporada alta, mientras que los inspectores no se incorporan al mismo ritmo. A menudo las inspecciones son anunciadas o solo revelan muestreos — eso deja margen para manipulaciones. Además falta una documentación digital unificada que permita seguir la cadena de frío en todas las etapas.

Medidas concretas

Hay medidas prácticas que ayudarían de forma notable:

- Introducción obligatoria de registradores de temperatura digitales con firma: dispositivos que registren continuamente las temperaturas durante el transporte y almacenamiento y que alerten ante manipulaciones.

- Mejor trazabilidad: números de lote uniformes y una base de datos central que puedan consultar autoridades y participantes del mercado.

- Más formación: cursos periódicos para el personal de almacenes, servicios de reparto y mercados sobre cadenas de frío, higiene y obligaciones de etiquetado.

- Incentivos además de sanciones: programas de ayuda para pequeños comerciantes que inviertan en refrigeración moderna, ligados a controles periódicos.

- Mejores conceptos de eliminación: cooperación entre empresas y municipios para que los residuos perecederos se gestionen de forma ecológica y económica o se recuperen energéticamente.

Oportunidades para Mallorca

De cada caso puede surgir una lección. Si autoridades, comerciantes y consumidores exigen transparencia juntos, Palma puede hacer su cadena de suministro más segura. Especialmente en una economía insular muy dependiente del turismo, la confianza en los productos frescos es un factor clave. Buenos controles y tecnología moderna podrían incluso posicionar a Mallorca como ejemplo para otras regiones — si se quiere.

Consejos prácticos para el día a día

Algunas normas protegen en el día a día: al comprar, comprobar que los envases estén intactos, leer las fechas de consumo preferente, no comprar si hay dudas e informar al comerciante o a las autoridades. En los mercados, preguntar de dónde procede la mercancía: la mayoría de los vendedores responde con comprensión si se pregunta con interés.

Al final, tras la actuación en Palma quedó un regusto amargo, no solo en la boca, sino en la confianza. Las calles estaban tranquilas, una brisa traía los sonidos de la ciudad temprana: motores de furgonetas, voces en el mercado, el golpe de las cajas. Y sí: el siguiente café que tomé después sabía sorprendentemente bien. Tal vez una pequeña señal de que la atención y los controles pueden surtir efecto.

La pregunta sigue siendo: ¿daremos seguimiento ahora — con más transparencia y tecnología moderna — o nos bastará la calma que ofrece una multa? Mallorca tiene la oportunidad de abordar el problema. El momento de actuar es ahora.

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