Equipo de rescate en la Serra de Tramuntana realizando una intervención en un sendero rocoso

115 intervenciones, senderos calurosos: por qué el rescate de montaña en Mallorca está más agitado — y qué ayuda ahora

👁 3821✍️ Autor: Adriàn Montalbán🎨 Caricatura: Esteban Nic

115 intervenciones entre mayo y septiembre, intervención más rápida gracias al helicóptero 'Milana' — pero las causas son más profundas. Un análisis con soluciones concretas para excursiones más seguras en la Tramuntana.

115 intervenciones, senderos calurosos: El balance del rescate de montaña en Mallorca

Entre mayo y finales de septiembre, personas pidiendo ayuda y acompañantes preocupados alertaron a los equipos de rescate en Mallorca 115 veces. En los aparcamientos de Valldemossa, en los estrechos tramos de la Serra de Tramuntana y en los desfiladeros de Sa Calobra queda flotando una pregunta: ¿por qué registramos de nuevo tantos rescates — y qué se puede cambiar de verdad?

Pregunta clave: ¿Más turistas o más descuidos?

La respuesta sencilla es solo media verdad: sí, los caminos están más concurridos, sobre todo entre las 9 y las 18 horas, cuando el sol aprieta y las cigarras suenan a todo trapo. Pero tras las 115 alarmas hay varias causas entrelazadas: olas de calor, calzado inadecuado en senderos pedregosos, distancias subestimadas, pérdida de orientación y, lamentablemente, a menudo la expectativa de que "un equipo de rescate vendrá". Todo eso se combina con una red de senderos que en algunos tramos es estrecha y resbaladiza —un rompecabezas en el que una pieza que falta puede convertirse rápidamente en emergencia.

Qué ha cambiado en las intervenciones: "Milana" y rescates más rápidos

Una evolución positiva es el nuevo helicóptero de rescate "Milana". Desde principios de agosto ha acelerado muchas intervenciones: lo que antes costaba horas con evacuaciones en camilla y arduas marchas a pie, ahora a veces se resuelve en unos 20 minutos. Cuando un helicóptero despega de Palma y en minutos aterriza en el Torrent de Pareis, el riesgo para los heridos graves disminuye.

Pero eso no exime de la necesidad de abordar las causas de raíz. Los helicópteros pueden salvar vidas, pero no son una solución permanente frente al sobrecalentamiento, la desorientación o los aparcamientos saturados.

Una mirada detrás de las intervenciones: voluntariado, agotamiento, fallos de comunicación

Las operaciones de rescate funcionan solo porque profesionales, rescatistas voluntarios y otros servicios de emergencia colaboran estrechamente. En el terreno eso supone: conocimiento de los senderos, improvisación para el suministro de agua en la carretera (vi cargas de maleteros con botellas cerca de Valldemossa), atención médica primaria rápida con botas polvorientas. Pero hay puntos ciegos: los voluntarios llegan a sus límites de carga de trabajo, las barreras lingüísticas complican la comunicación inicial con visitantes internacionales y las zonas sin cobertura en los valles profundos dificultan la coordinación.

Lo que suele quedar corto — y cómo cambiarlo

Los debates públicos suelen centrarse en las cifras. Se presta menos atención a medidas prácticas que podrían actuar con rapidez. Propuestas que deberíamos discutir en Mallorca:

- Estaciones de agua: En puntos de inicio seleccionados y en aparcamientos podrían instalarse estaciones de bebida, mantenidas regularmente, que eviten episodios de sed extrema. Un trago sencillo puede prevenir un rescate.

- Horarios y lanzaderas para evitar el caos en los aparcamientos: Quienes visiten el Torrent de Pareis o Sa Calobra temprano por la mañana o al final de la tarde reducen los riesgos por calor. Servicios de lanzadera podrían disminuir la aglomeración y el aparcamiento problemático.

- Señalización más clara y mapas offline: Indicadores, marcas y mapas offline gratuitos y multilingües (también accesibles mediante códigos QR en los aparcamientos) ayudan a quienes sobrestiman las capacidades de las aplicaciones digitales.

- Información en alojamientos y agencias de alquiler: Una nota breve sobre calzado adecuado, necesidades de agua y números de emergencia en la documentación del alojamiento o en la recogida del coche de alquiler requiere poco esfuerzo y tiene efecto preventivo.

- Apoyo y alivio para los voluntarios: Pequeñas subvenciones, sistemas de turnos regulados y servicios psicológicos podrían asegurar la motivación y la capacidad operativa de los rescatistas voluntarios.

Mirando hacia adelante: compartir la responsabilidad

El balance de este verano es ambivalente: más intervenciones, pero también rescates notablemente más rápidos. El reto ahora es no delegar la gestión de emergencias únicamente en la tecnología y en las acciones heroicas individuales. Un poco más de prudencia por parte de los visitantes, unas medidas pragmáticas por parte de los ayuntamientos y una mejor protección para los voluntarios —ese sería un plan que proteja no solo cifras, sino personas.

La próxima vez que las montañas te llamen y quieras descubrir la isla desde lo alto: lleva agua, buen calzado y respeto por los senderos. Y escucha a la gente local —conocen las rocas, el calor y los caminos silenciosos en los que de un paseo puede surgir rápidamente una intervención.

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