Terminal vacía del aeropuerto de Kassel-Calden en invierno

Kassel-Calden reduce su actividad: lo que esto significa para Mallorca

👁 4321✍️ Autor: Ana Sánchez🎨 Caricatura: Esteban Nic

El aeropuerto Kassel-Calden reduce drásticamente su operación invernal. Para los viajeros hacia Mallorca desde el norte de Hesse esto supone: desplazamientos más largos, más escalas y un debate sobre si los fondos públicos deben seguir sosteniendo un aeropuerto en gran parte inactivo.

Kassel-Calden reduce su actividad – letargo invernal en lugar de conexiones a Mallorca

Por la mañana, en el gris de Palma, a menudo escucho los pasos de los repartidores por las calles del Passeig, el tintinear de las tazas de café y la leve expectativa de voces internacionales. Este invierno una de esas voces faltará: la del norte de Hesse. Kassel-Calden no planea para la temporada fría un calendario regular de vuelos a Mallorca. Un vuelo especial, quizá algunos chárter — y por lo demás silencio.

Números que molestan

El aeropuerto de Calden está construido para hasta 700.000 pasajeros, se inauguró con alrededor de 280 millones de euros — y en 2024 apenas registró 83.000 viajeros. La cuenta es simple y amarga: los costes de operación permanecen, incluso si las terminales están en silencio. Según la dirección, son unos 14.000 euros al día solo para el funcionamiento. No es de extrañar que en la programación invernal apenas aparezcan conexiones regulares a Mallorca.

Nueva en el juego es la compañía checa Fischer Reisen con vuelos planeados a las Canarias. El problema: hasta ahora falta una licencia de operación válida. Un posible inicio de temporada a partir de mitad de febrero de 2026 sería más tardío que tranquilizador.

Por qué esto es relevante para Mallorca

A primera vista la decisión en el norte de Hesse puede parecer lejana. Pero para Mallorca cada nudo de conexiones importa: menos vuelos directos desde regiones como Kassel-Calden significan menos reservas de última hora, menos visitantes de fin de semana, menos reservas espontáneas en las fincas rurales del este de la isla. Si escucha por la mañana en el Passeig, las tazas de café tintinean un poco menos cuando falta un grupo de turistas alemanes.

Para hoteles, propietarios de casas y empresas de alquiler de coches esto no son cifras abstractas. Menos conexiones significa menos frecuencia en los ferrys, en las líneas de autobús desde el aeropuerto a Palma y en los pequeños buses hacia los pueblos de la Tramuntana. Los taxistas en Alcúdia y Playa de Palma lo notan, al igual que los cafés del desayuno en Santa Catalina.

¿Qué hay detrás de la retirada?

Las causas pueden reducirse a tres puntos: demanda, costes y estructura. La demanda desde el norte de Hesse no basta para justificar un calendario invernal completo. Al mismo tiempo los costes fijos continúan. Y: como accionistas mayoritarios participan entidades municipales — eso hace que las decisiones sean políticas y a veces lentas.

Otro factor es el panorama competitivo. Grandes hubs y aerolíneas vacacionales conocidas atraen a los pasajeros. Los aeropuertos pequeños a menudo deben trabajar con subvenciones o conceptos altamente estacionales para seguir siendo viables.

Salidas de la racha – oportunidades concretas

La pregunta no es solo: ¿Debe seguir fluyendo dinero público? Sino: ¿Cómo puede Calden reestructurarse para que islas como Mallorca no se queden sin conexiones? Algunas ideas que parecen realistas:

Operar de forma estacional: Calden como base fuerte en verano, reducir en invierno y hacer la plantilla más flexible. Muchos aeropuertos funcionan así.

Asociaciones concretas: Cooperaciones con operadores, compañías chárter y tour operadores regionales que garanticen frecuencias regulares y planificables.

Diversificar: Más enfoque en carga, formación de pilotos, MRO (mantenimiento) o eventos en la terminal — eso reduce la dependencia del tráfico de pasajeros.

Conexión modal: Mejores enlaces de autobús y tren a grandes hubs podrían hacer de Calden una puerta regional atractiva, sin necesidad de establecer rutas permanentes por cuenta propia.

Política y administración deben decidir si invierten en una operación estacional y rentable o si continúan subvencionando un servicio completo que se usa poco.

Consejo práctico para viajeros

Quien quiera viajar desde el norte de Hesse a Mallorca entre diciembre y febrero: reserve con antelación, examine alternativas (Fráncfort, Düsseldorf, Hannover) y planifique escalas. Y sí — el café en el pequeño aeropuerto es caro, pero no es la única inversión que ahora debe replantearse.

Al final Kassel-Calden es un espejo clásico de los problemas de la infraestructura regional: grandes ambiciones, demanda insuficiente y la cuestión de cómo conciliar responsabilidad pública y realidad económica. Para Mallorca eso significa: prestar atención al plan de viaje — y quizá dejar un pequeño sitio más en la cafetería para quienes, aun así, vienen.

Noticias similares