Larga lista de espera de viviendas sociales en Mallorca: casi 10.000 familias esperan

Larga lista de espera de viviendas sociales en Mallorca: casi 10.000 familias esperan

👁 2381✍️ Autor: Ana Sánchez🎨 Caricatura: Esteban Nic

La lista de espera del instituto de vivienda de las Baleares está más larga que nunca: casi 10.000 hogares figuran en ella, principalmente por la escalada de los alquileres y los precios de la vivienda.

Vivir se convierte en una prueba de paciencia: la lista de espera de viviendas sociales sigue creciendo

En la calle se oye una y otra vez: vecinas, cajeras, docentes — muchas cuentan la búsqueda de una vivienda asequible. Oficialmente figuran ahora casi 10.000 familias en la lista de espera del instituto balear de la vivienda Ibavi. Más de 6.000 de ellas corresponden solo a Mallorca. Esto no es un pequeño ruido estadístico, es un problema real que se percibe en cada esquina.

En comparación: el número de inscripciones es aproximadamente un 20 por ciento mayor que el año pasado y casi un 50 por ciento más que hace cuatro años. Quien viaje por las Avenidas por la mañana no ve la evolución solo en cifras: nuevos cafés, zonas turísticas, pero también bloques de viviendas con carteles de 'Se alquila' que, aun así, nadie puede permitirse.

¿Por qué es tan larga la lista?

Burocracia y falta de capacidad son parte de la explicación, dicen las autoridades. La causa mucho más importante suena menos burocrática: la vivienda se ha encarecido de forma considerable. En los últimos diez años, los alquileres y los precios de la vivienda, según datos oficiales, han subido alrededor de un 80 por ciento. Eso pesa especialmente sobre familias jóvenes, progenitores solteros y personas con empleos poco cualificados.

Muchos de los que se inscriben indican que, aunque trabajan, ya deben destinar la mitad de sus ingresos al alquiler básico. Artesanos en Cala Major, educadoras en Palma o empleados de supermercados en Llucmajor: los mismos oficios aparecen repetidamente en las conversaciones.

¿Qué ocurre ahora?

En la política insular buscan soluciones: proyectos de nueva construcción, cambios de uso de edificios vacíos, subvenciones y ayudas temporales al alquiler figuran en la agenda. Algunos municipios prueban proyectos piloto con viviendas más asequibles; otros negocian con promotores. Las medidas son necesarias, pero tardan — casi siempre más de lo que pueden esperar las personas afectadas.

En la Plaça des Capitoli, en una tarde ventosa, a veces se reúnen grupos de afectados para intercambiar experiencias. Allí se escuchan frases como: 'Llevamos dos años en la lista, pero la esperanza se desvanece.' Esas voces no aparecen en la estadística, pero son reales.

¿Quién paga el precio?

A largo plazo, las Baleares se enfrentan a una pregunta: ¿seguirán creciendo el turismo y el mercado inmobiliario mientras la población local es desplazada de las ciudades? ¿O se logrará crear vivienda asequible sin transformar la isla de forma irreconocible? Las soluciones no llegarán de un día para otro. Pero quien visite por la mañana el mercado de Palma y vea por la noche los locales vacíos, entiende que hay prisa — y que vendría bien algo más de sensibilidad en la planificación.

Si usted está afectado o conoce a alguien en la lista de espera: la información sobre solicitudes, plazos y ayudas está disponible en los servicios de asesoramiento locales y en las páginas web oficiales del gobierno insular.

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