Mucada in Sineu: Wenn das Dorf in Rosa pulsiert

Sineu celebra la Mucada: Rosa, máscaras y un poco de caos

👁 1247✍️ Autor: Ana Sánchez🎨 Caricatura: Esteban Nic

Hoy es en Sineu el Día de la Mucada: el pueblo se tiñe de rosa, una máscara del diablo causa revuelo – y este año los trenes no circulan extra.

Sineu en Rosa: Cuando el pueblo cambia de color

El 11 de agosto, Sineu se transforma de nuevo en un torbellino rosado. La gente en la Plaça Major, los cafés a lo largo de la Carrer del Mar y los callejones estrechos huelen a masa frita, a café y a una mezcla de excitación y anticipación rutinaria. La Mucada no es un evento pulido al máximo, sino algo como una disputa familiar amorosa que se resuelve con confeti y camisas rosas.

El Rol de Much y Muca

En el centro está la figura del Much, una figura enmascarada de la antigua leyenda del pueblo, y la elegida Muca, con la que se une simbólicamente. No hay alfombra roja, solo el camino a través de la multitud: el Much es sacado de su escondite, se parlotea, las viejas historias se cuentan de nuevo, y en algún lugar suenan las campanas de la iglesia al mismo tiempo que las abuelas reclaman el mejor lugar en la ventana.

Los tradicionales visten de rosa o fucsia, y no, no es moda, es obligación — al menos se siente así. Los niños corren entre los puestos con almendras tostadas, los jóvenes posan con la máscara del diablo para fotos, y los hombres del comité de fiestas saludan disculpándose una y otra vez cuando algo no sale según el plan.

Práctico & Consejo del Local

Quienes planeen llegar en tren: la línea funciona, pero debido a obras, este año no hay trenes especiales adicionales. Mejor revisar el horario y planificar un margen de 20-30 minutos. Los aparcamientos son escasos, los parkings cercanos se llenan rápido — y sí, el calor alrededor del mediodía puede afectar algunos puntos del programa. Una botella de agua en la bolsa no es signo de debilidad urbana, sino pura sensatez.

La Mucada es ruidosa, colorida y a veces un poco caótica — exactamente como debería ser una fiesta de pueblo. Para los visitantes significa: ojos abiertos, cámara lista y la disposición a dejarse llevar. Para los sineuers es una oportunidad de celebrar la vida del pueblo de forma ruidosa y visible. Estuve hoy al mediodía en la Plaça, me aferré a los sonidos y a las caras conocidas. Eso es lo que queda: un poquito de rosa en el armario y una gran porción de historias para el próximo cotilleo en el café.

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