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Por qué muchos turistas llegan a Mallorca a finales de septiembre: menos bullicio, más mar

Por qué muchos turistas llegan a Mallorca a finales de septiembre: menos bullicio, más mar

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Playa de Palma se presenta en el final del verano de manera relajada: playas vacías, temperaturas suaves y precios más flexibles atraen a viajeros de habla alemana que quieren escapar del bullicio del verano.

¿Vacaciones de otoño? Más bien finales de verano con ambiente de vacaciones

Quien llega ahora a la Playa de Palma, se da cuenta de inmediato: está más tranquilo. No está muerto, pero es diferente. A las nueve de la mañana, los locales caminan con perros, las furgonetas circulan por el Passeig, y en los beach bars hay gente que claramente ha dejado atrás el bullicio de agosto. Me mezclé con la gente en una tarde sin viento y pregunté por qué tantos hablantes de alemán reservan precisamente ahora.

Menos gente, más espacio

Una de las razones más comunes: espacio. Parejas, grupos de amigos y familias cuentan que les gusta bañarse sin hacer cola en el quiosco y sin vecinos que empujen. «Simplemente no queríamos volver a luchar tres horas en la playa», dice una visitante sonriendo. Otros lo expresan claramente: más espacio para la toalla, la cesta de la bici y una copa de vino — y un ambiente notablemente menos ruidoso.

Clima más suave, aun así tiempo para bañarse

El sol está casi siempre allí, el agua aún sorprendentemente caliente. Por las noches a veces se necesita una chaqueta ligera, pero durante el día basta con shorts y bañadores. Muchos visitantes aprecian el equilibrio: sin un cielo abrasador de agosto, pero aún largas oportunidades para bañarse. Un viajero de Landau dice que en julio apenas podía soportar el calor, pero ahora tiene ganas de paseos por la playa.

Salud, descanso, planes espontáneos

Un caso especial: un hombre de Düsseldorf ha venido expresamente por problemas de espalda, porque su terapeuta le recomendó calor y movimiento ligero. Por la mañana hace ejercicios de estiramiento junto al agua, por la tarde un baño corto — algunos aquí lo llaman “terapia con vista al mar”. Otros, a su vez, se benefician de situaciones de trabajo flexibles: teletrabajo, vacaciones de la empresa o un hueco espontáneo en el calendario suelen ser suficientes para lanzarse ahora.

Por qué el presupuesto entra en juego

Los precios son otro punto. Los vuelos y alojamientos suelen ser más baratos que en la temporada alta, los restaurantes tienen espacio, y las ofertas para excursiones aparecen con más frecuencia. Eso hace que un viaje corto a finales de septiembre sea económicamente atractivo — especialmente para familias y parejas que no dependen del programa de fiestas completo.

Conclusión: Para muchos, el final de septiembre es una mezcla de confort y libertad: temperaturas agradables, menos aglomeraciones, horas privadas junto al mar y, a menudo, un mejor precio. No es de extrañar que ahora haya de nuevo más turistas de habla alemana empacando sus maletas — algunos buscan tranquilidad, otros conexión, y todos esperan un poco de espacio en la isla.

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