Nuevas investigaciones muestran: la prostitución en Palma desaparece de la imagen de las calles y se desplaza hacia perfiles privados y chats. Esto tiene consecuencias para la seguridad y los derechos de salida de las personas involucradas.
Más invisibilidad, más riesgo: la escena se está transformando
En Palma, ya no se ven tantas casas de prostitución visibles o mujeres en la calle como antes. Quien pase por la noche por el Passeig Mallorca o la Plaza España, ahora nota más furgonetas y escaparates cerrados: los servicios de los que antes se hablaba abiertamente se gestionan cada vez más a través de apps, anuncios privados y chats cifrados.
Qué han recopilado los estudios
Investigaciones recientes de equipos de investigación locales, presentadas en una conferencia técnica en el ayuntamiento, describen la misma tendencia: la investigación analizó decenas de plataformas y cientos de perfiles. El resultado, corto y contundente: la industria se traslada al espacio digital. Del ámbito visible y regulado se pasa a una red difícil de rastrear de viviendas, encuentros privados y ofertas en línea.
Las consecuencias para las afectadas son masivas. Muchas personas afectadas, sobre todo mujeres migrantes jóvenes sin estatus de residencia permanente, informan de insomnio, estados de ansiedad y dificultades para encontrar vías de salida seguras. Algunas entrevistadas describieron situaciones en las que se concertaban citas en barcos o fincas remotas, un lugar donde la ayuda apenas es accesible.
Clientes, reserva digital y nuevos riesgos
La demanda, según los investigadores, proviene principalmente del interior: hombres jóvenes con ingresos medios constituyen el grupo de clientes más grande; los turistas son una parte menor, pero no insignificante. Llama la atención: las ofertas se pueden pedir ahora de forma transfronteriza; por mensaje se puede acordar la hora, el lugar y el precio. Eso aumenta la previsibilidad para los delincuentes y dificulta los controles.
Además, aumentó la visibilidad de prácticas de carácter pornográfico que cada vez se venden como normalidad. Para los menores es especialmente peligroso: la pornografía actúa aquí como una entrada, señalan especialistas.
Lo que hace falta ahora: Mejor formación para la policía y los servicios sociales, vías de salida seguras y cooperación internacional contra la trata de personas digitalmente organizada. No basta con vigilar calles aisladas cuando el comercio se produce tras pantallas cifradas.
Al final del día, permanece la imagen de un problema que apenas vemos ya en la forma habitual, y precisamente por eso debemos tomarlo más en serio cuanto antes.
Noticias similares

Tras 30 años: una pareja de jubilados abandona Mallorca; los alquileres los empujan a la península
Tras décadas en la isla, María y Paco deben mudarse a Alicante debido al aumento de alquileres y a pensiones escasas. Un...

Cámaras de tráfico en la Tramuntana: la licitación debería comenzar pronto
El consejo insular quiere impulsar ahora, mediante licitación, un proyecto de cámaras que ha estado estancado durante me...

Derecho a la enseñanza del Islam en las escuelas de Mallorca
Un tribunal de las Baleares ha decidido: los padres pueden reclamar que en centros públicos se ofrezca enseñanza del Isl...

Las Baleares reportan más accidentes mortales por distracción al volante
En las Baleares se registran claramente más accidentes de tráfico mortales por distracción al volante. La policía y la D...

Impuesto ecológico en Mallorca: el aumento se acerca
Tras un cambio de postura inesperado en la política, aumenta la probabilidad de que la isla suba el impuesto ecológico, ...