En Palma y en otros lugares llevan días colgados grandes carteles que juegan con contrastes y el miedo al cambio. En las calles hay debate intenso.
Carteles provocativos en Palma y en las islas generan inquietud
En una tarde ventosa de jueves, alrededor de las 18:00, los nuevos carteles ya se veían en algunos puntos concurridos: en la carretera de salida Carrer de Manacor, en Coll d'en Rabassa y en otros lugares como Inca, Ibiza y Menorca. Grandes motivos muestran a dos mujeres con vestimenta deliberadamente contrastante — el mensaje: Dos formas de vivir, una elección. Eso genera conversación, en voz alta y rápidamente.
Entre provocación y cálculo político
Quien cuelga los carteles sabe exactamente qué provocan: atención. En las redes sociales se encienden debates acalorados. Un conductor de taxi en Palma lo resume de forma seca: "No es casualidad, es campaña electoral." Una joven estudiante sacude la cabeza: "Eso divide más de lo que explica."
El partido detrás de la acción habla de un supuesto cambio en el espacio público y exige que se haga visible "la protección de la cultura y la seguridad". En un breve vídeo, una portavoz regional explica que los cambios tendrían impacto en la convivencia y deberían abordarse. Los críticos lo ven como provocación intencionada y captación de votos mediante miedos.
Reacciones: rabia, aprobación, perplejidad
En la calle se encuentran diferentes estados de ánimo. En el mercado de Inca, comerciantes y mujeres mayores discuten los carteles en voz alta; en los cafés, los transeúntes conversan preocupados. Algunos condenan la campaña como excluyente; otros aplauden la claridad.
Observadores políticos recuerdan que el partido ya había presentado una iniciativa en la primavera para regular el uso de ciertas cubiertas religiosas en instalaciones públicas. Muchos ven ahora una conexión clara: activar temas, provocar debate, ganar presencia mediática.
Para los vecinos la situación es inusual: los residentes hablan de un tono notablemente tenso en los barrios, publicaciones locales en Twitter y X se comparten en gran cantidad en poco tiempo. Algunos ayuntamientos están evaluando acciones legales contra ubicaciones de carteles especialmente llamativas.
Quien esté pasando por Palma en este momento o yendo a mercados semanales, notará rápido: los carteles son más que publicidad. Son una señal, una prueba de estrés para el clima público en la isla. Y el otoño acaba de comenzar.
Nota: Este texto resume la situación actual y las distintas reacciones en el lugar. Las voces y opiniones en la población difieren.
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