Canyamel: Neue Fuß- und Radachse sowie bessere Strandzugänge

Canyamel se remodela: más espacio para peatones y ciclistas

👁 2176✍️ Autor: Adriàn Montalbán🎨 Caricatura: Esteban Nic

Capdepera invierte en Canyamel: vía ciclista, mejores accesos a la playa y un nuevo eje peatonal y ciclista para hacer el pueblo costero más seguro y agradable. Las obras están en marcha y la finalización está prevista para principios de 2026.

Canyamel se remodela: más espacio para peatones y ciclistas

Si ahora se recorre Canyamel, lo primero que se oye es el zumbido de las excavadoras, luego el lejano reclamo de las gaviotas y el tintinear de la vajilla en las terrazas. El pueblo costero del municipio de Capdepera está cambiando su fisonomía: se eliminan los bordes de las calles, se crean nuevos caminos y se mejoran los accesos a la playa. No es un gran proyecto de prestigio con carrillón, sino trabajo manual palpable: grava, asfalto, palmeras, nuevos bordillos.

El ayuntamiento invierte en total más de dos millones de euros en varias medidas que persiguen, sobre todo, una cosa: utilidad diaria. El mayor capítulo es un nuevo sendero continuo para bicicletas y peatones a lo largo de la carretera, desde la rotonda hasta la entrada del casco de Canyamel. Este subproyecto cuesta alrededor de 1,8 millones de euros. Las obras comenzaron en julio y arrancaron con rapidez; por el mal tiempo hubo un retraso de aproximadamente un mes, que aplazó algo el plan de finalización. Actualmente las obras están en las fases finales; la administración señala principios de 2026 como fecha realista de finalización.

Quien ya haya pasado por la obra ve más que asfalto. El nuevo eje está pensado como un espacio de encuentro: aceras más anchas, carriles bici más seguros y espacios intermedios donde pequeños árboles puedan dar sombra. Delante de la histórica Torre de Canyamel, que como mirador y espacio expositivo tiene una larga historia, hay previsto un espacio para una pequeña pausa. Unos bancos, un panel informativo, quizá un puesto con arte local: así podría verse la transición entre cultura y costa.

Paralelamente se desarrolla un segundo proyecto para mejorar la accesibilidad a la carretera Nuredduna y a los accesos a la playa. Para estos trabajos están previstos cerca de 642.000 euros. El contrato ya se adjudicó, pero por los intereses comerciales de hoteleros y comerciantes se pospuso el inicio de las obras del verano a octubre. El plazo previsto de ejecución es de unas cuatro meses, por lo que también estos trabajos se desarrollarán en los meses de invierno, un periodo más tranquilo para intervenciones en la costa.

En el lugar se aprecia la diversidad de reacciones. En la pequeña barra frente a la rotonda, la propietaria, al abrir el local, dice que espera más clientela en primavera: 'Si la gente puede aparcar y pasear con seguridad, se queda más tiempo'. Un ciclista mayor, en cambio, critica la señalización de la obra y pide una mejor indicación durante los trabajos. Estas voces forman parte del proceso: construir nunca es cómodo, pero suele ser útil.

Capdepera no solo planea mejoras puntuales, sino una red de ciclovías que conecte los núcleos urbanos. El objetivo suena familiar: calmar el tráfico, hacer atractivos los desplazamientos cortos y que el destino vacacional sea más agradable tanto para residentes como para visitantes. En la práctica significa: menos coches en las calles estrechas, aceras más claras y conexiones seguras a playas y lugares culturales.

Para vecinos y visitantes ahora rigen dos reglas sencillas: pensar y ser respetuosos. Evitar zonas de obra, atender a los desvíos y respetar las indicaciones de los operarios. Para los ciclistas es recomendable usar los recorridos señalizados: las conexiones definitivas serán más seguras que las provisionales actuales.

El beneficio al final es discreto: mejores accesos para personas mayores, más espacio para familias con carritos, vías seguras para quienes usan la bici para ir al trabajo y un aspecto más ordenado del pueblo. Canyamel sigue siendo ese rincón costero con barcas de pescadores al amanecer y turistas que por la tarde comen un helado, solo que ahora algo más accesible y, sí, un poco más acogedor.

Quien quiera puede acercarse a pie hasta la Torre de Canyamel y ver cómo el pueblo se adapta. Y quien use la bicicleta con frecuencia, se alegrará en verano de las nuevas conexiones. No es un nuevo comienzo espectacular, sino una serie de pasos útiles que, juntos, mejoran la vida cotidiana: una mejora para pasear y pedalear en la costa este de Mallorca.

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