El Tribunal Supremo rechazó provisionalmente la suspensión de un decreto estatal que fija cuotas para la acogida de menores no acompañados en las regiones. Las Baleares se sienten desbordadas y emprenden acciones legales contra Madrid.
El Tribunal Supremo da a Madrid la razón por ahora – Baleares siguen en resistencia
El domingo, el Tribunal Supremo de España decidió en contra de la petición de urgencia del gobierno regional balear: el decreto estatal que asigna plazas fijas para migrantes menores no acompañados a las regiones no será suspendido de inmediato. Para nosotros en la isla, eso significa: seguir sin certezas en los centros sociales y más discusiones en los ayuntamientos.
¿Qué exactamente ha pasado?
El decreto, que entró en vigor el 26 de agosto de 2025, reparte las capacidades de acogida según la población. Según la nota, a las Baleares corresponden 406 plazas para menores no acompañados. El gobierno insular quería detener la norma con una solicitud de medidas urgentes; el Tribunal Supremo rechazó dicha solicitud porque, desde la perspectiva de los jueces, no existe una urgencia inmediata que justifique una suspensión provisional.
La cámara también señaló que una decisión sin escuchar antes a la administración central no sería adecuada. El procedimiento continúa: Madrid tiene ahora un plazo de cinco días para presentar su posición por escrito. Después de eso, el tribunal decidirá definitivamente si el decreto se aplica provisionalmente o se suspende.
En la isla, la situación es tensa
El consejo insular insiste en que los servicios sociales están al límite de su capacidad. Hablaron empleados que mencionan hogares superpoblados y largas esperas para los chequeos médicos. Otro punto que se suele escuchar: hay casos en los que adultos no pueden acreditar claramente su edad y se presentan como menores, lo que complica todavía más la planificación y la atención.
Políticamente el caso aún no está cerrado. Baleares ha abierto varias vías legales, entre ellas una queja ante el Tribunal Constitucional. Por otro lado, la postura central es la de una distribución solidaria: las regiones deben compartir la responsabilidad en lugar de dejarlo todo en unos pocos lugares.
Para las personas aquí, la situación sigue siendo tensa. En oficinas municipales, en albergues y en las organizaciones de ayuda se repite la misma idea: se necesitan reglas claras y tiempo para reaccionar. El expediente judicial está abierto, el plazo continúa, y por detrás ya se están preparando por si hay próximos traslados.
En el lugar, entre el Paseo y el puerto, se percibe el debate en el ambiente. No solo como una disputa legal, sino como una carga real para el personal y los vecinos.
Noticias similares

Madrid quiere un depósito de municiones en el aeropuerto de Palma – protestas y dudas en Mallorca
Los planes procedentes de Madrid provocan inquietud: en las instalaciones militares de Son Sant Joan se construirá un bú...
Palma en transformación: en qué barrios los ingresos suben de forma vertiginosa
En partes de Palma, los ingresos medios han aumentado notablemente en diez años, especialmente donde los extranjeros aco...

Tras 30 años: una pareja de jubilados abandona Mallorca; los alquileres los empujan a la península
Tras décadas en la isla, María y Paco deben mudarse a Alicante debido al aumento de alquileres y a pensiones escasas. Un...

Cámaras de tráfico en la Tramuntana: la licitación debería comenzar pronto
El consejo insular quiere impulsar ahora, mediante licitación, un proyecto de cámaras que ha estado estancado durante me...

Derecho a la enseñanza del Islam en las escuelas de Mallorca
Un tribunal de las Baleares ha decidido: los padres pueden reclamar que en centros públicos se ofrezca enseñanza del Isl...